¿Cuántos sapos hay que besar antes de encontrarse con el consultor idóneo para el manejo de tu dinero? La respuesta es: ni uno. Hay tanto en riesgo que debes elegir bien a la primera. Aquí, elementos para lograrlo.
Que sea atinado, honrado, íntegro, experimentado. O, de ser el caso, que esté bien preparado y que tenga certificaciones. Que venga bien recomendado. Hombre o mujer, pero que busquen establecer una relación a largo plazo, conocerse primero antes de entrar en acción.
¿Buscando a la pareja perfecta? No. Vas en pos del asesor de finanzas personales idóneo, mas no idealizado. Elegir a la persona a la que le permitirás conocer tus intimidades en el manejo del dinero debe tomarse tan en serio como escoger médico, dentista o abogado: no seleccionas al primero que te presentan, indagas antes de tomar tu decisión.
Pulula gente que se asume como asesor de finanzas personales. ¿Cuánta? Incontable: promotores de Afores, ex trabajadores bancarios o casabolsistas, agentes de seguros, contadores… todo aquél que así lo afirme. Razón de más para protegerse: la formación del patrimonio y tu seguridad personal están en juego.
Para Jorge Smeke, director del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana (UIA), un asesor de finanzas personales debe “tener una carrera específica afín al área de finanzas o economía, conocer todos los instrumentos que ofrecerá a su cliente y antes que nada, por supuesto, identificar las necesidades del contratante para sugerirle los productos adecuados”.
Algo muy importante, prosigue Smeke, es que “tenga la capacidad de explicar, claramente y con detalle, a la persona que lo contrata, todos los aspectos, teóricos y prácticos, de su economía y de los instrumentos financieros”.
Uno de los primeros pasos para crear la estructura de tus finanzas es establecer un presupuesto en donde enumeres tus gastos, tus deudas, tus créditos y tus formas de ahorro.
Ya generado un fondo de ahorro, debes establecer a qué dirigirás ese dinero y, en consecuencia, a qué instrumentos lo encausarás para que obtengas el máximo rendimiento posible en los plazos determinados.
“De ahí que un asesor debe contar con los conocimientos básicos de finanzas. Para tomar decisiones correctas, esto es, las más adecuadas para su contratante, también debe estar familiarizado con las tendencias y las noticias de la economía nacional e internacional”, apunta Carlos González, director de Análisis y Estrategia Bursátil en Monex Grupo Financiero.
Por eso, continúa el experto en finanzas, es indispensable conocer al asesor y tratarlo antes de contratarlo: “Conocer su currículum, pedirle referencias”. ¿Qué tipo de referencias? Pregúntale si está consciente de los riesgos en los que se incurre al elegir algunos instrumentos financieros y si tiene un escenario de lo que puede suceder a mediano y largo plazo.
¿Las certificaciones cuentan? “Sí, claro, ayudan. Avalan. Pero es igualmente importante su trayectoria, su experiencia. Que no sólo tengan éxitos académicos, aunque sí deben contar con conocimientos técnicos”, afirma González.
Un asesor de finanzas personales es capaz de hacer un análisis técnico, de conocer las cotizaciones de la bolsa. Sin ser intermediario bursátil, conoce el mercado de capitales.
“Mi recomendación es que no le digas que sí a la primera, a quien te quiera vender un seguro o cambiar de Afore. Toma la información y cotéjala contra la opinión de otro asesor, o de un maestro de matemáticas financieras, de economía o de administración financiera”.
Un asesor de finanzas personales profesional podrá sugerirte instrumentos de ahorro y de inversión, tales como fondos, acciones y bienes raíces, hasta instrumentos más complejos, como materias primas y metales.
Tú consideras que tu patrimonio es importante. Y lo es. Tómate el tiempo para elegir un consultor financiero y escoge al que cumpla mejor con los requisitos técnicos y de confianza. Eso sí: una vez que lo hayas localizado, trabaja cerca de él, para que ambos contribuyan a la solidez de tu patrimonio.
Además un agente de seguros puede sembrar la semilla de la educación financiera. “El momento propicio es cuando se ofrece un seguro de vida, pues se exhorta al ahorro mediante mecanismos que incluyen este seguro”, comenta Ramiro Rodríguez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (AMASFAC).
Si ya se tiene un pilar de ingresos y otro de ahorro, una opción para construir patrimonio es hacerlo mediante la contratación de diversos seguros, “que fomentan el ahorro para que haya inversión”, anota Rodríguez.
Añade que dado que estas propuestas se plantean “como trajes a la medida”, un consultor en seguros puede ofrecer un servicio integral a su clientela. “Deben considerarse aspectos como ingresos, trabajo, edad, si tiene deudas… identificar así las necesidades de esa persona para elegir los instrumentos más convenientes”.
En la lista pueden ir incluidos los bienes a cuidar, como automóviles, obras de alto valor o joyas. En la fase de prevención patrimonial, señala el directivo y experto en el ramo de Daños, hay que prever el riesgo. “Y en el caso de un siniestro, hay que estar cerca del cliente todo el tiempo”.
Esa es una de las diferencias fundamentales entre un “vendedor de seguros” y un verdadero asesor, que diseña el portafolio de seguros, le da seguimiento y mantenimiento, además de estar presente en el caso de un percance.
Los seguros dotales son un claro ejemplo de formación patrimonial y son adecuados para quienes pueden aportar a este instrumento de forma periódica.
Estos seguros funcionan de manera similar a los seguros para el retiro complementarios a las Afore (para aumentar el capital que te entregarán al retirarte), o incluso como sustitutos de Afore, cuando se trata de alguien que no cotiza ni en el IMSS ni en el ISSSTE. Si tienes hijos pequeños, la sofisticación en la oferta de seguros te permite contratar hoy una cobertura para financiar su educación universitaria, además durante el tiempo que la tengas contratada, contarás con un seguro de vida como padre.
Hay otra forma elemental en la que los seguros cubrirán tu patrimonio: la prevención de gastos catastróficos. Al contratar protección de gastos médicos contarás con un apoyo en caso de enfrentar un percance de salud. O un seguro de auto te hará fuerte en caso de robo, por ejemplo.
De ahí que la opción de los seguros resulte esencial en tus finanzas personales, al igual que el agente que te acompañe a lo largo de este camino. Tú eliges el estilo y las combinaciones, pero eso sí: busca el guía idóneo para que la estrategia esté a tu favor.
Condusef
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