Cuando la operación de una empresa depende de la presencia del dueño, entonces se trata de una empresa frágil. Cuando iniciamos una empresa por primera vez, suele ocurrirnos lo mismo que le sucede a los papás y mamás con su primer hijo, no queremos dejarla sola y pensamos que puede sobrevivir sin el resto del mundo, excepto sin nosotros. Hay algo cierto en esto, el emprendedor que se vuelve empresario debe trabajar intensamente para que su proyecto inicie, crezca y se consolide; esta no es una tarea que se puede dejar a un tercero.
Sin embargo, una parte importante de este proceso es estructurar la empresa para que aprenda a caminar sola, lo que requiere de diversos esfuerzos para que ocurra y deben realizarse al mismo tiempo que la empresa opera, tales como los siguientes:
- Realizar y evolucionar un plan estratégico de crecimiento que incluya objetivos, metas e indicadores y las acciones para alcanzarlos. Así contarás con una guía que te indique el camino a seguir para lograrlos.
- Definir procesos y controles que permitan identificar el avance en la operación de la empresa y posibles desviaciones. Es recomendable contar con una metodología enfocada en atención a desastres y eventos críticos.
- Promover una cultura organizacional que fomente la lealtad a la empresa y valores de integridad en el personal; facilitará el compromiso y la responsabilidad de tus trabajadores sobre sus funciones y sobre su impacto en la empresa.
- Asignar responsabilidades claras y precisas a todo el personal y en especial a los puestos de mando pues te brindarán información fidedigna y oportuna en casos de emergencia.
- Establecer canales de comunicación que faciliten la información, así como criterios para advertencias y alarmas.
- Utilizar las bondades de las tecnologías de información, de tal manera que sea posible establecer comunicación o enviar y recibir información en cualquier lugar que te encuentres.
- Definir un calendario de ausencias en el que las funciones críticas para la operación de la empresa nunca queden descubiertas. Cuando las ausencias son programadas este calendario es controlable, sin embargo, cuando no son planeadas, puede aplicarse el plan para atención de eventos críticos mencionado.
Lo cierto es que todo el personal debe tomar descansos, incluyendo al empresario. Esto no solo es deseable para una adecuada salud mental y laboral, sino que además es un derecho otorgado por la ley mexicana.
En cualquier caso, cuando has logrado que la empresa funcione sin tu presencia permanente, no solo te quedará tiempo personal, sino que tendrás tiempo para ir planeando nuevos proyectos empresariales. Esto es sin duda, parte de los beneficios de prepararla para madurar.