Los inversionistas eluden el riesgo
La semana pasada estuvo dominada por una aversión al riesgo generalizada, una función principalmente de las crecientes preocupaciones con respecto a Grecia, con la mayoría de los mercados bursátiles en descenso y los llamados bonos de “refugio” recuperándose. El índice Dow Jones Industrial Average cayó un 1.21% y cerró en 17,730 unidades, el índice S&P 500 bajó un 1.19% y cerró en 2,076 y el índice Nasdaq Composite, compuesto mayoritariamente por empresas tecnológicas, perdió un 1.40% y cerró la semana en 5,009. Mientras tanto, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó del 2.48% al 2.39%, a la vez que aumentó el precio.
No obstante, la mayor parte de las ventas se limitaron al lunes pasado, luego del anuncio inesperado de un referendo griego. Además, a pesar de que aumentó la volatilidad, el descenso fue ordenado y moderado en relación con los incidentes pasados. Si bien es probable que el mercado experimente más ventas a medida que los inversionistas digieran la caótica situación de Grecia, un entorno monetario todavía favorable y la baja rentabilidad de los bonos deberían mitigar la magnitud de cualquier corrección.
Los bancos centrales todavía ayudan, excepto en China
El lunes pasado, las acciones experimentaron una venta abrupta, con EE. UU. vendiendo más barato y llegando a la mayor baja en tres meses; pero el daño se contuvo. La volatilidad aumentó brevemente y el índice VIX alcanzó el nivel más elevado en cuatro meses, con casi 19 puntos. Sin embargo, aún en su nivel más alto, la volatilidad sigue estando por debajo tanto de su alza de enero como de su promedio a largo plazo. Incluso en Europa, obviamente la región más expuesta al resultado de la crisis en Grecia, las ventas fueron mesuradas. Las acciones bajaron aproximadamente un 4%, pero los márgenes periféricos de bonos se mantuvieron estables.
El daño a las acciones se vio al menos parcialmente mitigado por una buena semana para los bonos. A pesar de la existencia de un mayor riesgo crediticio que emana de Puerto Rico, donde el gobernador señaló su intención de procurar una amplia restructuración de la deuda, los bonos estadounidenses se beneficiaron gracias a una propuesta de refugio, así como a una recalibración de la fecha de un probable aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, después del informe laboral de junio. Si bien la creación de empleos continúa siendo intensa (el promedio de 12 meses es de casi 250,000), los inversionistas tomaron nota de los estancados salarios por hora y de la mayor baja en 38 años en la participación de la fuerza laboral. Dado que los salarios todavía tienen que aumentar con la rapidez que sugeriría la creación de empleos, la Reserva Federal puede atenuar los planes para un alza en septiembre. Esto contribuyó a la recuperación de los bonos del Tesoro a dos años, lo cual hizo que el rendimiento cayera al 0.63%, por debajo del nivel en el que comenzaron el año, mientras que el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años volvió a caer por debajo del 2.40%.
Es interesante que el banco central de China es el que aparentemente está perdiendo su influencia con respecto a los mercados financieros, por lo menos de manera temporal. Las acciones chinas cayeron nuevamente de manera abrupta la semana pasada, a pesar de varias iniciativas nuevas por parte del banco central. El fin de semana pasado, el Banco Popular de China recortó tanto los requisitos de reservas como las tasas de interés, el primer recorte simultáneo desde 2009. El banco central continuó con liquidez adicional el miércoles. A pesar de estos esfuerzos, el índice Shanghai Composite cayó por debajo de los 4,000 puntos por primera vez desde abril; el índice actualmente registra una baja de aproximadamente el 30% desde su alza en junio. Un anuncio durante el fin de semana indicó que los funcionarios del gobierno tomarán más medidas para ayudar a estabilizar el mercado. Sin embargo, dado que se ha interrumpido el impulso y el mercado bursátil de China sigue cotizando a una prima considerable con respecto a su valoración promedio, por ahora, evitaríamos la compra agresiva en la caída.
Observen a Grecia y luego las ganancias
Esta semana, es probable que los mercados se guíen, al menos inicialmente, por Grecia. El domingo, los votantes griegos rechazaron los términos del reciente referendo y, de esta manera, se denegó la propuesta de rescate. Si bien esto no se traduce necesariamente en una salida inmediata del euro por parte de Grecia, aumenta significativamente las probabilidades de que esto vaya a ocurrir. Al menos, este resultado dará inicio a un periodo prolongado de caos, mientras los funcionarios europeos intentan salvar la situación.
La incertidumbre que rodea a Grecia, casi sin duda alguna, generará una reacción abrupta y negativa por parte de los inversionistas. Sin embargo, consideramos que el resultado en Grecia no representa una amenaza a más largo plazo para la economía global o los mercados financieros. Quizás, para los inversionistas estadounidenses sea más importante el resultado de las ganancias del segundo trimestre. Dado que las estimaciones están descendiendo abruptamente, la economía estadounidense se recupera y la solidez del dólar se halla en una situación moderada, debería resultarles más fácil a las compañías superar las estimaciones este trimestre.
Russ Koesterich, Director Administrativo, Estratega Principal de Inversiones Globales de BlackRock y para iShares de BlackRock