“Pensar que las utilidades llegan tan rápido como las ventas es el camino más corto a la bancarrota”, leí esa frase hace mucho tiempo y no entendí a lo que se refería hasta que me pasó.
De acuerdo al INEGI (2010), 97% de las empresas en nuestro país son micro, pequeñas y medianas. Generan 9 de cada 10 empleos y resulta preocupante que sólo el 20% de ellas llegará a los 2 años y únicamente 4% rebasará los 5 años (Consejo de la Comunicación, 2013). La mayoría de estas empresas cerrarán por la misma razón: no podrán sustentar el costo de su crecimiento.
Cuando iniciamos una empresa, debemos tener expectativas claras y realistas sobre cómo funcionan los ciclos de ventas y el crecimiento empresarial. Aunque puede variar según el tipo de empresa, el ciclo de vida tradicional nos dice que, desde su creación, una empresa pasa por cuatro etapas definidas por sus ventas:
– Introducción. Cuando la empresa surge y se da a conocer.
– Crecimiento. Las ventas empiezan a crecer exponencialmente.
– Madurez. Las ventas se estabilizan.
– Declive. Las ventas caen.
Al hacer la planeación de nuestros negocios, a veces olvidamos que la utilidad no es equivalente a las ventas. Analicemos ahora la etapa de crecimiento en términos de costos:
Al crecer las ventas, los costos se incrementan a una velocidad superior que las ventas. Por ejemplo, mi fábrica tiene una capacidad de producir 100 unidades diarias. Cuando la demanda exceda esa cifra, deberé invertir para cubrir las ventas. Eso implica gastos de instalación, mano de obra, personal, etcétera. Y una vez producido el producto (digamos que subimos a 200 unidades diarias), el dinero invertido no se recupera de inmediato, generalmente pasan semanas y hasta meses en que esa nueva producción se ve reflejada en términos de efectivo.
La etapa en la que las ventas crecen más, es también una etapa de grandes gastos. La mayoría de las empresas planean financieramente para su etapa de introducción pero se asume que una vez echada a andar la empresa, podrá sostenerse sola. Eso difícilmente es el caso.
Si tu empresa está en esta etapa, es momento de ahorrar todo lo que se pueda y no dilapidar, eso ayudará a garantizar su supervivencia.
Si necesitas asesoría o información sobre este tema escríbeme: eila@winking.mx o contactarme en Twitter @EilaZalles.
¡Éxito y suerte!
Eila Zalles
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