Emprender o invertir en un negocio no es una decisión exclusiva de los jóvenes, de los empresarios con experiencia o de las personas retiradas. Emprender es un reto propio de toda persona que le gusta iniciar proyectos, invertir es un reto propio de las personas que identifican emprendedores y proyectos potencialmente exitosos.
Es común encontrarme en medio de conversaciones con personas que expresan su interés en iniciar un negocio, aunque lo visualizan para un futuro indefinido. Esto es, no le ponen fecha. Seguramente son cautelosos pues saben que se requieren recursos económicos y tiempo para arrancar y temen perder dinero, ideas, inmuebles, maquinaria, etc.
Sin embargo, en un escenario de riesgo moderado o conservador, es posible iniciar nuevos proyectos ya sea como el emprendedor mismo o como un inversionista que apoya al emprendedor:
a) El emprendedor. Generalmente es de quien surgen las ideas y las ejecuta. Puede tener dinero o no para ello, pero parte de su función es buscar fuentes de financiamiento para realizar el proyecto. Debe dedicar mucho tiempo para iniciarlo y volverlo valioso. Tiene que ser cuidadoso con el manejo de la propiedad intelectual, diseñar un modelo de negocio atractivo y manejar cuidadosamente los aspectos legales de sus alianzas e inversionistas.
b) El inversionista. Puede invertir directamente en la empresa que el emprendedor crea, en el financiamiento para el registro de la propiedad intelectual o sólo en desarrollar una de las actividades críticas del proyecto emprendedor. Debe vigilar constantemente su inversión e ir acompañando el proyecto para identificar cuando está en el momento preciso para detonar.
Cuando se invierten recursos en un proyecto emprendedor y no es claro para el emprendedor o el inversionista si se está en un momento adecuado para tomar riesgos, es necesario considerar lo siguiente:
– Establece prioridades, ya que no es necesario que expongas a un alto riesgo todo tu patrimonio o el de tu familia.
– Analiza cuidadosamente el plan de negocios del proyecto emprendedor, ya que este documento te permitirá entender si tiene posibilidades de tener éxito. El plan de negocios debe contener el análisis financiero y de inversión, entre otros temas, que te brinde información sobre el tiempo en el que recuperarás la inversión, la tasa de retorno, el margen de ganancias esperado, etc.; esto te ayudará a validar si el negocio es atractivo.
– Diversifica tu inversión para distribuir mejor el nivel de riesgo.
– Es imprescindible que el emprendedor y el inversionista tengan una relación de confianza pero soportada por documentos legales. Busca asesoría de expertos en contratos de inversión o de carácter mercantil.
– Define una estrategia de salida del negocio; esto te dará alternativas para buscar nuevos proyectos o bien, para controlar los riesgos por posibles pérdidas.
Finalmente, recuerda que emprender un negocio siempre tiene riesgos asociados. No hay negocio seguro, pero esto no desalienta al verdadero emprendedor o al inversionista de vocación. Así que el momento de emprender puede ser ahora.
Por: Dra. Alejandra Herrera Mendoza
Directora general, www.sendatek.mx
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