Si nos enteráramos de que en el otro extremo de nuestra ciudad, ahora mismo, se está desatando un incendio, seguramente no nos preocuparíamos más allá de lo razonable, ¿verdad? Después de todo, hay incendios a cada rato, en todas partes… Si eso mismo estuviera ocurriendo dentro de nuestro vecindario, tal vez nos empezaríamos a inquietar un poco, pero mientras sea lejos de donde estemos nosotros –o nuestros seres queridos–, no habrá problema. Ahora bien, si la adversidad en cuestión se estuviera produciendo en nuestro edificio, nos alarmaríamos mucho, y ni qué decir si se tratara directamente de nuestro propio apartamento…
Sustituyamos en nuestro ejemplo incendio por inundación, y aplicará igual al caso. Este sencillo ejercicio mental revela un aspecto muy básico de nuestra naturaleza humana: recién comenzamos a ocuparnos activamente de ciertos problemas críticos cuando los padecemos en carne propia. Pues bien, resulta que el planeta es nuestra casa, aunque en el día a día no seamos muy conscientes de ello. Si se devasta el planeta, se devasta nuestra casa, la casa de nuestros padres, la casa que les dejaremos a nuestros hijos.
Si bien a lo largo de la historia han aparecido algunas corrientes negacionistas del cambio climático, a esta altura ya nadie medianamente informado puede desconocer sus efectos destructivos. Las muestras del calentamiento global son inobjetables: desde finales del siglo XIX la temperatura de la atmósfera aumentó 0,85 °C, y dos tercios de este incremento comenzó a producirse a partir de 1980. Los océanos se han recalentado, la masa total de nieve y de hielo ha disminuido y ha subido el nivel del mar. Entre 1901 y 2010 el nivel medio del mar aumentó 19 cm, y desde 1979 la extensión del hielo marino del Ártico se ha reducido a razón de 1,07 millones de km2 por decenio.
La principal causa del calentamiento global es el aumento de la emisión de gases que producen el conocido efecto invernadero, fruto de actividades irresponsables como la deforestación y la quema desmedida de combustibles fósiles (carbón, gasolina, gas natural y petróleo). Las emisiones mundiales de dióxido de carbono han aumentado casi un 50% desde 1990, y entre 2000 y 2010 se produjo un incremento mucho mayor que en las tres décadas anteriores.
Por eso hoy entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas cobra especial relevancia el 13°, Acción por el Clima: “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes. Tiene un impacto negativo en la economía nacional y en la vida de las personas, de las comunidades y de los países. En un futuro las consecuencias serán todavía peores. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 °C este siglo, y en algunas zonas del planeta podría ser todavía peor. Las personas más pobres y vulnerables serán las más perjudicadas”.
Con la fuerte motivación de concientizar masivamente acerca de esta grave problemática ambiental y encontrarle soluciones creativas, el Programa Connect4Climate, del Banco Mundial, en colaboración con elBanco Interamericano de Desarrollo (BID), está lanzando el concurso internacional de video Film4Climate 2016. Se invita a realizadores jóvenes de todo el mundo, de 14 a 35 años, a que vuelquen todo su talento en un anuncio publicitario de bien público de hasta 1 minuto, o bien en un cortometraje de hasta 5 minutos, cuyo leitmotiv sea el 13° ODS: la acción por el clima. Hay tiempo hasta el 15 de septiembre para inscribir los videos. Se recomienda enviarlos cuanto antes, para que tengan más posibilidades de ser votados por el público.
Las películas deben reflejar una narrativa personal y original acerca del cambio climático, mostrar lo que se está haciendo en el mundo para promover la sostenibilidad y el equilibrio ecológico, ofrecer nuevas soluciones e inspirar a los demás a que sumen sus esfuerzos. Los disparadores sugeridos son: ¿Qué significa el cambio climático para mí? ¿Qué acciones estoy tomando para mitigar sus avances? ¿Cuál es mi mensaje al mundo de acción por el clima?
El jurado, presidido nada menos que por el prestigioso director de cine Bernardo Bertolucci, elegirá a los ganadores basándose en el contenido, la experiencia técnica, la innovación y la originalidad. El primer, segundo y tercer premio serán de 8000, 5000 y 2000 dólares, respectivamente. Además, el BID premiará el mejor corto de América Latina, y su creador podrá participar de Idear Soluciones para Mejorar Vidas en 2017. Los ganadores serán anunciados durante la próxima Cumbre Climática (COP22), en Marrakech –Marruecos–, el 17 y 18 de noviembre.
Por Alejandra Luzardo, Cofundadora de Demand Solutions, Líder y Estratega de Innovación, Economías Creativas y Emprendimiento del BID (Twitter: @Alejandral)
Recuerda dejarnos un comentario
También puede interesarte:
La ecología, factor determinante en los modelos económicos por venir
Te compartimos el siguiente video: