Es importante conocer la diferencia entre bonos y acciones, ya que aunque los dos se consideren activos financieros, no están relacionados directamente. La desigualdad entre estos radica principalmente en el riesgo, el vencimiento de los derechos adquiridos y en la rentabilidad. Aunque sus riesgos sean los mismos, suelen ser menos predecibles en un bono que en una acción.
Con el fin de volverte un experto en el tema y de brindarte el instrumento adecuado para tus necesidades de inversión, te explicaremos qué diferencias existen y cuál es el mejor camino para alcanzar tus objetivos:
El día de hoy, vamos a empezar explicándote lo que es un bono. Éste se considera un activo financiero y se conoce como un instrumento de renta fija. Cuando compras un bono, entregas una cantidad específica de capital a quien lo ha emitido y esa persona se compromete a devolverlo al final del plazo establecido junto con un porcentaje de interés, este convirtiéndose en el beneficio adquirido.
Se puede decir, que comprar un bono equivale a un tipo de préstamo, solo que a diferencia de los otros y en algunos casos, te ayuda a generar cupones e incluso puede convertirse en una acción.
Seguramente toda la vida has escuchado la palabra acción, pero ¿realmente sabes o has investigado lo qué es? Una acción es una parte proporcional del capital de una sociedad anónima y se considera un instrumento de renta variable. Al comprar una de estas, te conviertes en socio de la compañía de donde la adquiriste, por lo que contraes ciertos derechos y obligaciones que deben de ser cumplidos al pie de la letra.
Para una empresa, el dinero invertido en acciones forma parte del capital social y la ganancia que recibas depende del desempeño de esta.
Hechas las consideraciones anteriores, se puede decir que efectivamente, existen ciertas diferencias entre un bono y una acción, pero ¿en qué te conviene invertir?
Primero que nada, es importante que definas cuáles son tus objetivos de inversión y si prefieres generar un flujo de ingresos constantes o aumentar de manera notoria tu capital, aunque eso implique obtener ganancias a largo plazo. Si no te importa el tiempo y te consideras un inversionista arriesgado que busca crecimiento a como dé lugar, invertir en acciones podría ser tu mejor opción. Esta suele ser una muy buena inversión debido a que genera excelentes rendimientos en tiempos determinados y te brinda una protección valiosa contra la inflación ya que su valor se eleva más rápido que la inflación misma, además, de que te dan la posibilidad de una mayor rentabilidad.
De lo contrario, si te consideras un inversionista adverso al riesgo y buscas obtener un flujo de ingresos constante que compense las posibles pérdidas generadas en el mercado a causa de las acciones, se te recomienda invertir en bonos ya que son una inversión segura y pagan intereses fijos de una o dos veces por año. Se pueden comprar bonos emitidos ya sea por gobiernos locales o nacionales y también por medio de compañías privadas, y el rendimiento obtenido por medio de éstos es independiente a como le vaya a la empresa.
En conclusión, tanto los bonos como las acciones son excelentes opciones de inversión. Juntas, pueden minimizar los posibles riesgos y ayudarte a obtener mayores beneficios. ¡Invierte en la mejor opción para ti!
David Agmon, Fundador y Director General de Inverspot
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