El balance de riesgos para el crecimiento global continúa deteriorándose. Los elementos que han explicado la depreciación del peso hasta ahora no parecen mejorar pronto. Al Banco de México (Banxico) le preocupa también la divergencia en las políticas monetarias del mundo desarrollado, que el desbalance estructural entre oferta y demanda de petróleo persista por un horizonte relativamente largo, y que no es claro que las medidas de política económica implementadas en China sean suficientes para evitar presiones cambiarias.
A nuestro juicio, la pérdida de confianza en la moneda local podría venir tanto de un deterioro de los fundamentales de crédito de la economía como de la persistencia del ritmo de depreciación del peso. Cuando los agentes económicos pierden confianza en la moneda nacional, ésta pierde valor contra todos los precios de los bienes y servicios de la economía expresados en dicha moneda.
Es decir, aumentaría el riesgo inflacionario a todos los bienes y servicios de la economía y no solamente a los expuestos a bienes y servicios importados como hasta ahora. Banxico fue explícito en su último comunicado al afirmar que modificaría la postura de política monetaria al ritmo que sea pertinente para evitar una pérdida de confianza en México.
Banxico hizo un llamando en su última decisión de política monetaria a fortalecer el marco macroeconómico para incrementar la confianza en México, y que contribuya a distinguirnos de otros países emergentes. En particular, se refirió a llevar a cabo los ajustes requeridos en finanzas públicas y Petróleos Mexicanos (Pemex) por el deterioro de los precios del petróleo, a continuar con la implementación de las reformas estructurales, y en su caso, ellos ajustarían la política monetaria al ritmo que sea
pertinente para fortalecer los fundamentales de crédito de México. Banxico buscaría que el riesgo soberano se mantuviera bajo.
La pérdida de confianza en la moneda local podría venir tanto de un deterioro de los fundamentales de crédito, como de la persistencia del ritmo de depreciación del peso, a lo que Banxico se refirió que hasta ahora no se han observado efectos de segundo orden en los precios de bienes y servicios no comerciables derivados del ajuste del tipo de cambio.
En una nota previa titulada “Inflación en México: No es que ya no hay “pass-through”, esta vez es diferente” destacamos que cuando los agentes económicos pierden confianza en la moneda nacional, ésta también pierde valor contra todos los precios de los bienes y servicios de la economía expresados en dicha moneda.
Es decir, aumenta el riesgo inflacionario a todos los bienes y servicios de la economía y no solamente a los expuestos a bienes y servicios importados como hasta ahora. El deterioro del contexto global y en particular de los elementos que han explicado la depreciación del peso, amenazan con incrementar la persistencia del ritmo de depreciación de la moneda nacional, y con el riesgo soberano en particular por los ingresos petroleros. En la gráfica 1 destaca el detrimento del indicador de riesgo de crédito a 5 años (credit default swap) de México y Pemex respecto a otros países de Latinoamérica.
El peso está en los últimos lugares de la tabla de depreciación con respecto al dólar de monedas emergentes seleccionadas en lo que va del año, confrontando con el objetivo de distinguirnos (positivamente) de otros países emergentes. Así, el llamado de Banxico es real y oportuno, el riesgo de contagio es evidente, y de no mejorar pronto, pondría a Banxico en una situación incómoda ya que tendría que actuar para fortalecer la confianza en el país.
Guillermo Aboumrad, Director de Estrategias de Mercado de Finamex
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