Debido a la existencia de un mayor número de industrias que compiten por los fondos públicos a raíz de la crisis en el otorgamiento de crédito en el mundo, todos los niveles de gobierno enfrentan el reto de ser más creativos en términos de administración de proyectos relacionados con infraestructura, señala el estudio “Partnering for value. Structuring effective public-private partnerships for infrastructure” (Asociación de valor. Estructurando una eficaz sinergia público y privada para la infraestructura), desarrollado por Deloitte.
El análisis menciona que los modelos tradicionales de financiamiento para proyectos de infraestructura deben dar paso a una oferta innovadora de métodos híbridos. Tanto la estructura como el financiamiento de ese tipo de iniciativas que involucran a los sectores público y privado tendrán que evolucionar en respuesta a las condiciones cambiantes en los mercados financieros.
En el marco de la Conferencia PPP Américas 2011, organizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Javier Koloffon, Director de Asesoría en Infraestructura y Financiamiento a Proyectos de Deloitte México, señaló que los proyectos de infraestructura deben ser impulsados de manera muy creativa y eficaz con el objetivo de garantizar que dichas inversiones permitan desarrollar la competitividad del país y continuar incrementando el atractivo empresarial y de negocios que ofrece.
Con la finalidad de garantizar el éxito de un proyecto de estas características, es necesario involucrar a todos los participantes, tanto a nivel federal, estatal y municipal, así como realizar un seguimiento puntual de los elementos clave que deben estar en funcionamiento para el momento del lanzamiento al mercado. También resulta recomendable establecer un diálogo previo con los posibles inversionistas privados a fin de hacer mucho más eficiente el proceso de licitación, riesgos asociados al proyecto y financiamiento.
“En este tipo de circunstancias, la pregunta obligada es ¿Cuál es la mezcla óptima de la participación del sector público y privado para maximizar el valor del proyecto? Si bien no existe una fórmula ideal, el máximo beneficio se identifica a través del análisis del “Value for Money”, el cual debe representar entre un 15 y 20% del valor total del proyecto hecho en obra pública respecto al realizado por un inversionista privado”, agregó el experto de Deloitte.
Redacción
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