Aumento de ventas, utilidades, generación de empleo y profesionalización, son sólo algunos de los beneficios que se obtienen cuando un fondo de capital privado invierte en una empresa en desarrollo, mismos que están en busca de PyMEs innovadoras.
En los últimos dos años ha aumentado exponencialmente el capital que estos fondos destinan a las empresas, desde su etapa temprana hasta su madurez, KPMG señala que en el periodo 2000 a 2012 se han destinado 14 mil 939 millones de dólares.
En el país existen 71 administradores de fondos, de los cuales 27 se especializan en Capital Privado; 15 en Capital emprendedor; 19 en Bienes Raíces; siete en infraestructura; y tres fondos de fondos que proveen recursos a los fondos de capital privado. Al respecto Víctor Esquivel, socio líder nacional de la práctica de asesoría de KPMG México dijo, “la estrategia de las mayoría de los fondos se encuentra en buscar PyMEs en etapa de expansión que cuentan con un modelo de negocios con la capacidad de crecer”.
Un estudio realizado por KPMG reveló que las empresas que reciben recursos de un fondo privado aumentaron sus ventas anuales en 4.5 veces, crecieron un promedio de 35%, generaron 5.8 pesos más por cada peso de utilidad, misma que se elevó a 43% anual, además crecieron su número de empleados en 13.8%, “son cambios positivos para las empresas pero también para la sociedad porque se genera empleo, se promueve la transparencia fiscal y se apoyan programas de responsabilidad social”, señaló Esquivel.
A su vez, Arturo Saval, presidente de la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP), explicó que las opciones en el país están especializadas por giros y etapas, “hay unos que invierten cuando la empresa está más formada y otros en ideas, permitiendo suplantar la ausencia de acceso a crédito en PyMEs”.
Cuando un fondo invierte en una empresa además de brindar los recursos comienza un proceso de acompañamiento cuyo objetivo es profesionalizar a la compañía para impulsarla más fuertemente con miras a que expandan su mercado y fortalezca sus procesos de planeación estratégica, y si son familiares las apoyan en temas como sucesión y separación del patrimonio familiar y de la empresa.
Al concluir el periodo de cinco años la compañía tendrá un mejor acceso a financiamiento tradicional obteniendo una disminución de tasas, un mejoramiento de plazos y menores garantías.
No obstante el capital privado no es para todos, es indispensable demostrar que el negocio tiene alto potencial de crecimiento basado en una buena administración. “Deben ser negocios diferenciados e institucionalizados parar lograr que perduren, porque los fondos están diseñados para rendir a los accionistas, no son entidades de beneficio, tiene que haber una alineación de intereses, es como un matrimonio por cinco años durante los cuales se piden condiciones especiales, un fondo no es un inversionista pasivo, si sólo quieren dinero esta puede ser una opinión cara”, aclaró Saval.
Y agregó, “hay alrededor de 5 mil millones de dólares por invertir, de ellos un promedio de 10% es capital semilla, así que hay más dinero que ideas y proyectos adecuados”.
KPMG te puede asesorar si estás en busca de un fondo de capital privado, contáctalos en: www.kpmg.com/mx
Ariadna Cruz
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