La creación de la caja chica, data de muchas historias anteriores, quienes refieren que su existencia es un medio para hacer frente a gastos que se generan en la operación habitual de nuestras PyMES y que requieren de disposición inmediata de efectivo.
Es preciso numerar que la Ley del impuesto sobre la Renta en su artículo 31 fracción III, menciona que los pagos cuyo monto exceda de $2,000.00 se efectúen mediante cheque nominativo del contribuyente, tarjeta de crédito, de debito o de servicios, lo que nos indica que la caja chica en general se ocupará de gastos menores.
El uso que debe darse a una caja chica de acuerdo a la eficacia y eficiencia buscada en la PyME es:
1.-Necesidad inmediata de disponer de efectivo
2.-Usarse únicamente para hacer frente a imprevistos, gastos no planeados
3.-Avalar la entrega del efectivo y solicitar el comprobante fiscal adecuado para ello
4.-Reponer de manera inmediata la disposición realizada
5.-Ser controlada por una persona de absoluta integridad
Una caja chica nunca debe considerarse una forma de subsidio o fuente apalancamiento puesto que puede disponerse de tal cantidad de efectivo, que reponerlo posteriormente se convierte en un calvario, perdiendo así su naturaleza de herramienta.
El observar la caja chica como una herramienta nos permite adquirir mercancías o realizar gastos indispensables, pero que con absoluta franqueza debe ser analizado antes de llevarse a cabo el desembolso del dinero.
El manejo de los recursos financieros de una PyME debe ser categórico en cuanto a la transparencia y uso que se le da, a fin de evitar posibles problemas que se suscitan por el control de esta caja chica.
Ahora bien, es preciso entender que un REPECO financieramente no debe contar con este tipo de herramienta, más que para los negocios en los que deba darse “cambio” por alguna transacción.
Así la caja chica se convierte en las herramientas por excelencia de los pymempresarios, puesto que con certeza sabrán el uso real de sus recursos, por el control que se lleva en documentos recomendándose siempre:
-Obtener el comprobante fiscal.
-O bien, exigiendo la firma de un contrarecibo por la entrega del efectivo, sujeto a cambio por el comprobante fiscal una vez obtenido.
Recodemos que la caja chica siempre ha sido un medio para hacer frente a las necesidades de la PyME, no así de las personas que tienen acceso a ella. Por lo que debe asignarse siempre esta función a una persona que comprenda el manejo financiero de su empresa.
Máster en Fiscal Juan Miguel Chávez Salcedo
Consultor Independiente
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Hola que tal.
como afecta ahora la reforma hacendaria…
En mi caso, la empresa deposita a los administradores de las cajas chicas un monto y según se requiera hace una transferencia a cuenta de la persona por el reembolso. El contador me comenta que debido a la reforma estas personas podrían fincarles un crédito por esos ingresos, que son los Reembolsos de cajas chicas… como funcionara ahora???