La moda del emprendimiento en México lleva consigo la atracción de una serie de coach, mentores y gurús de dudosa procedencia, los cuales cobijados bajo el título de “ideas millonarias o hazte rico pronto y fácil”, fomentan la creación de proyectos sin sustento, originando así la perdida de proyectos virtuosos.
Para Marciano Verdi, fundador y CEO de la fábrica de startups, quien nació en Brasil pero ya piensa en chilango; el ecosistema de emprendimiento mexicano se ha desarrollado en los últimos 10 años de manera fuerte, donde han llegado fondos de capital nacional y extranjero, un mayor número de instituciones interesadas y desarrollando proyectos interesantes; el gobierno también realiza políticas públicas a favor del emprendimiento.
En conjunto todos los actores están haciendo su chamba en favor del emprendimiento; pero a su vez dicha expansión está acompañada de otros charlatanes motivacionales que sólo aprovechan el momento para vender sus servicios sin garantía alguna, lo cual merma las posibilidades de crecimiento de un buen proyecto.
Verdi en conjunto con su equipo se encuentran en la búsqueda de proyectos interesantes o en palabras que el mismo ejecutivo emplea como chilango “somos un tanto pikis para la selección de emprendimientos, los cuales deben tener un impacto en la sociedad y se basan principalmente en la tecnología”.
Para desarrollar a los proyectos seleccionados, ésta fábrica de startups se basa en la metodología OKR, la misma que revolucionó a Google y Facebook, y que fue impulsada en 1999 por John Doerr, ex directivo de Intel, OKR’s (Objective and Key Results, Objetivos y Resultados Clave).
El valor de esta técnica se basa en contar con un objetivo general y resultados clave, que son utilizados para que todos los empleados de una organización, sin importar la jerarquía, centren las actividades que realizan hacia una meta en común y siempre alineada a la visión de la compañía.
Respecto a la concepción de los conceptos startups scaleups, el directivo señalo sobre la primera que se trata de empresas en edad temprana o de nueva creación – que tienen alrededor de 3 años en funcionamiento – presentan grandes posibilidades de crecimiento. Siempre están a la vanguardia y cuentan con productos innovadores con una gran flexibilidad en el tema de control de calidad, así como se encuentran en búsqueda de apoyo para financiar su proyecto en fondos institucionales
Por otro lado, las scaleups son organizaciones con más de 3 años en marcha que buscan alcanzar nuevos mercados, clientes y modernizar e innovar sus productos a través de grandes equipos de colaboradores. Cuentan con capital propio por medio del cual, estructuran controles de calidad que aseguran el avance del negocio, lo cual se ve reflejado en sus ventas.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el segundo país de Latinoamérica con más cantidad de startups, y tan solo el 6% representa a las scaleups.
Fernando Heredia
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