Las personas que presentan algún tipo de discapacidad no pueden ser consideradas como no aptas para desarrollar un trabajo remunerado.
Las empresas deben considerar para contratar a una persona con algún tipo de discapacidad los requerimientos que tiene el puesto con respecto a la habilidad, educación y preparación, de tareas involucradas, de nivel de responsabilidad y qué tipo y en qué grado la discapacidad es aceptable.
Por supuesto que se debe tener en cuenta si el puesto que desempeñará una persona con discapacidad no involucra factores de seguridad directos para sí mismo u otras personas, ahí radica precisamente, que en esos casos, la persona discapacitada debe tener la misma oportunidad que otros candidatos.
De acuerdo a la experiencia, se ha visto que las empresas toman en consideración el tipo de discapacidad del candidato, dándose solicitudes de trabajadores que a continuación se indican, lo que por supuesto no es limitativo: Contador auxiliar contable, discapacidad motriz; dibujante, discapacidad variable, que sea apta para este puesto; lava loza, discapacidad auditiva, intelectual; intendencia, auditiva, intelectual; promotor de ventas, discapacidad motriz pero que se pueda desplazar por cuenta propia; empleado de mostrador, discapacidad auditiva con aparato; promotor para venta de zapatos, discapacidad auditiva con aparato; telemarketing, con discapacidad motriz o visual; control de calidad en líneas de procesos, con discapacidad auditiva o motriz; recepcionista bilingüe, discapacidad motriz.
He dejado al último a la discapacidad visual, ya que a este tipo de discapacitados se les prepara en el Comité Internacional pro ciego, I.A.P. para que sean independientes y productivos y puedan desarrollar los siguientes trabajos: computación, masoterapia, talleres productivos de galletería, macramé, manualidades y repostería.
Según sea su preparación pueden trabajar también en administración de pedidos por comercio electrónico, especialista en reportes de ventas, especialista en información de mercados, especialista en soporte técnico, ingenieros de sistemas, etc.
Como se puede observar, las personas discapacitadas pueden ser contratadas en despachos, restaurantes, empresas de servicios, empresas intermediarias de ventas, escuelas, empresas de producción en línea, panaderías, industria textil y en general toda empresa que cuente con las instalaciones adecuadas y que esté dispuesta a brindar este apoyo social.
Recordemos que la responsabilidad social es de todos y la igualdad de oportunidades se debe dar en una sociedad incluyente.
Dr. Leopoldo A. Díaz Toledo
Profesor de carrera de la Universidad La Salle
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