A pesar del tiempo que ha transcurrido entre la primera versión de la Norma ISO 9001 (año 1994) y sus subsecuentes versiones, año 2000, 2008 y próximamente 2015; esta herramienta sigue siendo una de las más nobles y efectivas, por la facilidad de su implementación como sistema de gestión para cualquier tipo, giro y tamaño de empresa.
Alguna vez, un cliente PyME me cuestionó si su empresa tendría la “altura” para implementar un sistema de gestión basado en la Norma ISO. Generalmente el empresario PyME piensa que sólo las grandes empresas tienen la capacidad para implementar esta metodología. Esto realmente es un mito, provocado por el desconocimiento y mala interpretación de lo que en realidad es este método de gestión, aplicable a cualquier empresa, del tamaño que sea y que tenga como objetivo el crecimiento de la misma.
En el día a día de la operación empresarial, los directivos buscan constantemente identificar controles para conocer el comportamiento de su negocio, buscan elementos tangibles derivados de prácticas de prueba y error, aunque mejorable con el tiempo. Su objetivo final es visualizar el desempeño de la empresa a través de herramientas como reportes ejecutivos confiables e integrales, que les den certeza sobre el comportamiento real de los procesos de su empresa.
Justamente esta certeza sobre los procesos, es uno de los tantos beneficios que se generan al implementar un Sistema de Gestión basado en la implementación de la Norma ISO 9001:2008. De forma particular para las micros, pequeñas y medianas empresas, estos son algunos beneficios complementarios que se pueden obtener:
– Control: Proporciona datos e información sobre los procesos, clientes y desarrollo de la empresa, que son útiles para la toma de decisiones operativas, de mantenimiento y crecimiento del negocio.
– Conocimiento actual de la empresa: Permite obtener una “radiografía” sobre la realidad técnica, operativa y de gestión de la empresa; derivado de la documentación de los procesos, del establecimiento de indicadores, objetivos y metas reales.
– Funcionalidad: Permite mejorar el desempeño laboral y eficientar las actividades en los distintos procesos, a través de la puntual asignación de funciones y responsabilidades para cada puesto dentro de la empresa.
– Madurez: Proporciona las bases para el desarrollo de planes de acción que contribuirán paulatinamente al crecimiento del negocio; derivadas de la identificación de la actual situación de la empresa.
– Imagen y ampliación del mercado: La implementación de un sistema de gestión, genera hacia el exterior de la empresa una imagen distintiva y de compromiso para con su mercado y sus clientes.
En la medida, que un empresario o directivo se decida a implementar un Sistema de Gestión de Calidad para el control de su negocio, podrá entonces, generar un crecimiento planeado y sostenible para su empresa. Es conveniente que se acerque con un especialista que lo acompañe en la implementación de este sistema, evitando así pérdidas de tiempo y recursos.
Por Mtro. Juan Alberto Negrete Ayala de la Universidad La Salle
También podría interesarte
Si el problema no es que sea útil o no, benéfico o no, sino que los brumosos requisitos e inversiones de las certificaciones lo hacen prohibitivo para las pequeñas empresas (con las medianas tal vez sea otra cosa)… y no me vengan con los “programas de apoyo” que son una burla.
Además que no por no ostentar una certificación no quiere decir que no se gestione la calidad o el medio ambiente, etcétera, según el caso; claro que se hace, solo que no se hace como cierto comité dice que se tiene que hacer, pagando lo que ellos exigen que hay que pagar para que así lo certifiquen.