En estos años en el mundo de la docencia y la consultoría a empresas, así como mi experiencia como director y gerente en distintas compañías, constato cada vez con mayor fuerza que los cambios y los proyectos, así como las ideas novedosas que son implementadas de manera exitosa, van en la mayoría de los casos de la mano de una actitud muy marcada hacia el logro y el cambio.
Esta actitud consiste básicamente en una cierta rebeldía hacia lo establecido combinada con un pensamiento crítico y una capacidad relativamente elevada de abstracción, es decir, aquella capacidad de imaginar nuevos mundos o nuevas situaciones posibles. A esto también hay que agregar la tenacidad y perseverancia, es decir una mezcla entre paciencia y foco que hace a estas personas mantener su rumbo a pesar de los obstáculos y los fracasos en un período extenso de tiempo, años en muchos casos.
Sin embargo y como lo muestra la evidencia a nivel internacional, esta “Actitud Emprendedora” pareciera no ser suficiente y evidentemente no basta con tener una cierta actitud para transformar una supuesta buena idea en una empresa o institución establecida. Se requiere además ciertos conocimientos o asesoría especializada en administración, mercadotecnia, estrategia, capital humano, ingeniería, aspectos legales, así como elevadas capacidades comerciales y acceso al financiamiento o fondos de riesgo.
Evidentemente es bastante difícil que un emprendedor tenga todos estos componentes para materializar su proyecto, por lo que usualmente vemos que se conforman equipos emprendedores con distintas mezclas de conocimiento en las áreas antes descritas, pero entonces la perseverancia y el foco son más difíciles de mantener cuando las cosas no siguen el camino esperado. La frustración y el costo de oportunidad del tiempo invertido por lo general van mermando el ímpetu inicial de estos equipos, hasta que en la mayoría de los casos se abandona el proyecto.
En este escenario surgen entonces las Incubadoras de Negocios, que ofrecen precisamente esta asesoría en temas diversos necesarios para que los emprendedores puedan validar su idea de negocio y eventualmente acceder a los fondos de riesgo que se dedican a financiar este tipo de proyectos.
Mtro. Angelo Gordillo. Director Incubadora de Negocios de la Universidad Anáhuac
angelo.gordillo@anahuac.mx
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