El Observatorio Laboral señala que en 2022 las mujeres profesionistas tuvieron menor presencia de ocupación en las áreas de tecnologías de la información, la ingeniería y la construcción. Esa organización señala que en áreas como Electrónica y Tecnología de Telecomunicaciones apenas el 6% de los puestos son ocupados por mujeres, cifra que baja al 5.1% en Ingeniería Industrial y al 1.5% en Ingeniería de Vehículos.
Esa brecha es un problema que se debe erradicar. El Banco Mundial indica que ningún país, comunidad o economía puede alcanzar su potencial sin la participación plena e igualitaria de las mujeres y los hombres. Señala del mismo modo que el PIB per cápita de las naciones puede elevarse hasta un 20% si se subsanan las brechas de género en el empleo.
Elisa García Barragán, VicePresidenta de Customer Success en Netsoft explica que dentro de las compañías que están revolucionando los procesos en la industria, y generando un cambio en materia de transformación y digitalización, es muy relevante que sigan creando mayores oportunidades para incrementar la participación femenina en todos los niveles, desde el operativo hasta la toma de decisiones y el liderazgo.
¿Cómo impulsar la participación femenina en el sector?
Lo primero que debe suceder es que desde las empresas se deben abrir espacios de liderazgo a cada vez más mujeres para fomentar la identificación de las jóvenes como tomadoras de decisiones de la Ciencia y la tecnología, de modo que se pueda generar un contexto social y educativo en el que se sientan capaces de participar en dichas materias y generar una carrera exitosa.
Es fundamental romper con los estereotipos y roles de género que históricamente han sido asociados al sector, validando así el talento de más mujeres con casos de éxito y ejemplos tangibles. Además, ese tipo de casos deben darse a conocer tanto a nivel empresarial como social, para que cada vez más mujeres y sus esfuerzos sean tomados en cuenta para promover la diversidad de género.
Es clave, que hoy las empresas lleven a cabo la conciliación de hombres y mujeres mediante acciones o decisiones que impliquen una participación equitativa, en los que la búsqueda de soluciones de forma efectiva no se incline únicamente hacia el peso de las perspectivas de los hombres.
Esto permite que se incremente la autoconfianza y el empoderamiento femenino dentro de las organizaciones, creando un ambiente cada vez más inclusivo y en el que se construyan nuevos referentes para las mujeres que vienen detrás.
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