De acuerdo con un estudio del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial de la Secretaría de Economía, señaló que sólo el 10% de las PyMEs mexicanas llegan a diez años de existencia, y logran concretar sus metas de negocios; mientras que al menos 75% de las nuevas PyMEs deben declararse en quiebra antes de los primeros dos años de haber iniciado operaciones.
Debido a estos datos, el socio director de GRIP, Jorge Uriega, explicó que los dueños de las empresas “tienen la obligación de desarrollar un plan que permita establecer objetivos y metas concretas para alcanzar a corto, mediano y largo plazo antes de iniciar operaciones”.
Uno de los principales elementos para que una empresa tenga éxito es el establecer un plan de negocio que especifique las metas y objetivos, para que así cada una de sus áreas esté organizada para los involucrados.
El plan de negocios debe incluir tanto los objetivos a alcanzar de cada área como las proyecciones de crecimiento a largo plazo, partiendo de las necesidades de los clientes y de los recursos con los que la compañía cuenta para satisfacer dichas necesidades.
Además, es fundamental tener claridad en los procesos administrativos y operativos que deben estar en constante marcha para tener la cadena productiva en su punto máximo de desempeño, para lo cual es necesario contar con indicadores clave que permitan conocer el funcionamiento de cada área en todo momento, incluyendo a los cuerpos directivos.
Si bien es fácil conocer el desempeño de las diversas áreas de la cadena productiva mediante indicadores como el número de ventas concretadas o el número de ciertos productos terminados al día, en conjunto con los costos de producción, también es importante que los cuerpos directivos tengan indicadores que les permitan saber si han logrado cubrir sus metas y objetivos día con día.
Además de monitorear el desempeño de cada una de las áreas, los cuerpos directivos deben medir su productividad para poder activar los mecanismos de mejora continua y mejorar los procesos de negocio con miras al cumplimiento de la estrategia de la compañía.
El directivo de GRIP argumentó que un factor clave de todo plan de negocio son los indicadores clave de desempeño, pues permitan tanto a los cuerpos directivos como a los encargados de cada área, conocer su estado actual de productividad.
Los indicadores clave de desempeño (KPI) permiten a los tomadores de decisiones conocer el estado de cada uno de los procesos de entrada y salida de las áreas operativas y administrativas, sin embargo, es indispensable que también establezcan un sistema de medición que les permita saber qué tan productivos son.
“Una parte fundamental del liderazgo está basada en la capacidad que tiene un ejecutivo para ayudar a sus colaboradores a resolver sus problemas y proporcionarles lo necesario para que puedan desempeñar su trabajo de manera oportuna y eficiente. Un verdadero líder sabe medir también su nivel de desempeño y productividad para encauzar el negocio en su totalidad hacia el éxito.”, finalizó.
Redacción
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