Los acontecimientos actuales en nuestro país, México, nos hace mirar con detenimiento la actualización de grupos organizados que demostraron un proceso de empatía a la problemática que se estaba sufriendo y se sufre por los terremotos que vivimos.
De ahí que es importante hablar de las Universidades como actores clave en procesos de voluntariado.
La Universidad desempeña un papel fundamental para el desarrollo, donde una nueva perspectiva práctica deberá influir hacia la construcción de escenarios inclusivos. La Universidad, no sólo le corresponderá generar principios de “promoción social” sino verdaderos procesos de formación, transmisión e investigación de conocimiento ético en aspectos clave que fortalezcan los procesos de desarrollo, fundamento de su quehacer social.
Desde esta perspectiva, la Responsabilidad Social Universitaria, como propuesta de dialogo entre los diversos grupos de interés que la conforman, deberá crear agendas claramente planificadas, donde se observe, el quehacer de cada uno de ellos, permitiendo generar cambios a favor del grupo de beneficiarios sobre los cuales se está actuando. En este sentido, es necesario conformar dichos planes, teniendo en consideración elementos clave de las universidades, es decir, su marco de referencia como son, la misión universitaria, los objetivos estratégicos, los valores organizacionales.
Bajo esta óptica, sería imprescindible contar con un voluntariado Universitario. El voluntariado Universitario en un contexto de Responsabilidad Social Universitaria es la práctica consiente, organizada en un marco de corresponsabilidad hacia la transformación de una situación en concreto, donde la acción genera procesos de agilización social que permite una actuación planificada.
El voluntariado universitario, por ende, se vuelve un factor estratégico en el trabajo hacia el desarrollo comunitario, que hoy día se relaciona con los planes propios de cada universidad, formando estrategias curriculares verticales y horizontales para involucrarse más en la actividad social, comunitaria y de la vida diaria de la universidad.
Este capital social, propio de las universidades, forma parte de los valores sociales de la organización universitaria y permiten reciprocidad hacia los grupos de interés y trae consigo una participación social e incluso formación de redes participativas entre las diferentes universidades y la sociedad en general.
Los incentivos propios de su actividad tendrán que estar enmarcados a partir de su acción voluntaria y su ideología universitaria, potenciando los rendimientos en su intervención de su ejercicio empírico definido en un marco local, estatal o federal, de acuerdo con su idiosincrasia, personalidad, emotividad, recursos económicos y otros presentes en cada voluntariado.
La universidad tiene la gran oportunidad histórica de redirigir sus esfuerzos hacia un área naciente como es la Responsabilidad Social Universitaria y enfocar al voluntariado hacia una acción profesional enfocada al desarrollo social, como enmienda propia de reciprocidad social.
Solo me resta aplaudir y reconocer la gran labor voluntaria que las universidades han emprendido en una situación difícil que hemos vivido como pueblo mexicano.
Facultad de Responsabilidad Social
Mtro. José Israel López Robles
Coordinación académica Maestría en Responsabilidad Social modalidad en línea de la Universidad Anáhuac México. jose.lopez@anahuac.mx
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