Todos los días vivimos bajo una serie de presiones y compromisos que provocan en nuestra existencia un agobio y estrés constante. ¿Pero alguna vez reflexionas acerca de la importancia que le damos a las cosas?
Vivimos en una cultura donde siempre se lucha por ser el mejor, el que tiene más cosas, el mejor coche, la mejor ropa, los mejores accesorios; y para lograr esto, muchas veces no nos importa el cómo lo hacemos. Claro, es necesario establecer metas en la vida, cualquier ser humano tiene como objetivo una mejora, pero muchas veces no nos damos cuenta de qué es lo que realmente necesitamos, nos vemos influenciados por diversos factores que, en vez de esclarecer nuestras prioridades, nos traen presiones acerca de nuestra vida material. No nos damos cuenta, pero pasamos horas valiosas luchando por conseguir más, quizás si nos detuviéramos un poco a pensar las cosas, y reflexionar acerca de nuestros intereses, entenderíamos que lo material es lo secundario, además de ser efímero, mientras que los amigos, la familia, los buenos ratos, esos sí son perdurables.
Siempre he creído que es importante hacer una revaloración de las prioridades en nuestra vida, para así poder alcanzar la felicidad de una manera más fácil. No importa la cantidad de cosas que tienes, eso nunca te hará más feliz o más miserable; mientras uno tenga lo necesario, tenga salud y esté rodeado de la gente que quiera ya puede darse por ganador.
Por eso los invito a todos a realizar esta reflexión acerca de nuestras necesidades, prioridades y nuestros gustos. Así cuando uno tiene todo más claro es más fácil alcanzar nuestras metas y ser felices con lo que tenemos. Recuerden que tener más, no siempre te traerá felicidad.
Piensa, reflexiona y actúa
Helios Herrera, director de HH consultores
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