Una de las preguntas que con mayor frecuencia me hacen en diferentes foros es respecto a si las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) también pueden ser socialmente responsables; y tras más de quince años trabajando en temas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), puedo afirmar rotundamente que sí, ya que la RSE no es sólo asunto de las grandes empresas, aunque éstas pueden jugar un papel sumamente importante para hacer que cada vez más PyMEs inicien este proceso.
Por un lado, las empresas grandes pueden ser detonadoras de estos procesos en las PyMEs que formen parte de sus cadenas de valor, al solicitarles información sobre sus prácticas de RSE e incluso evaluarlas en torno a ellas. Por otro lado, también pueden ser un socio estratégico de las PyMEs en sus procesos de implantación de RSE, convirtiéndose en un referente a seguir, o apoyándolas con recursos, capacitación, transferencia de conocimiento y herramientas, etc., a través de diversos esquemas participativos que impliquen un mayor involucramiento en las grandes hacia el fortalecimiento y mejora continua de las PyMEs.
Sin embargo, la implementación de acciones de RSE en los procesos y sistemas de las PyMEs, requiere tiempo y acompañamiento, ya que distraer a las PyMEs de su operación cotidiana, para entrar en un proceso de capacitación y/o consultoría, no es una tarea fácil, y requiere de un acompañamiento cercano del personal o consultores involucrados, así como su capacidad de adaptación a los tiempos de las PyMEs, que en la mayoría de los casos se enfocan en la supervivencia más que en la sostenibilidad del negocio.
Ante ello, es indispensable identificar las necesidades y prioridades de las PyMEs, para iniciar implementando procesos adecuados de autorregulación y gobernanza, los cuales son fundamentales para implantar medidas de RSE. Es decir, desarrollar negocios más estructurados con objetivos y metas bien trazados, un gobierno empresarial articulado y perfiles de puestos definidos, procesos descentralizados y bien comunicados y un planteamiento claro de su misión, visión y valores.
A partir de ello se requiere ir conformando una cultura de trabajo enfocada en la RSE, que logre permear a toda la empresa, para transformar su manera de operar y desarrollar el capital social necesario para que todos los integrantes de la misma estén comprometidos con el tema, tengan claridad en cuanto a cómo aplicarlo en sus funciones de acuerdo con su puesto, y su conducta y decisiones estén alineadas a la RSE con un triple enfoque: económico, social y ambiental.
En general, el desarrollo de medidas de RSE en los sistemas de gestión de las PyMEs, debe incorporar una visión sistémica de procesos y de mejora continua, permitiendo que la RSE no sea vista como algo añadido temporalmente o improvisado, sino parte fundamental de su estrategia de negocio.
De esta manera, la RSE permite dotar a la PyME de elementos diferenciadores en el mercado, que se pueden llegar a convertir en una ventaja competitiva, y que a la larga, les permitirán permanecer en éste, conforme más empresas adoptan este enfoque. Para ello tendrán que reforzar sus estrategias para buscar la sostenibilidad con innovación y herramientas adecuadas.
Mtro. Jorge Reyes Iturbide, Académico de la Facultad de Responsabilidad Social, Universidad Anáhuac México.
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