Ante el impacto de la turbulencia económica y las nuevas regulaciones en materia de cumplimiento normativo, prevención de lavado de dinero y delitos patrimoniales, la responsabilidad del abogado corporativo ha tomado mayor relevancia, gracias al incremento generalizado en la actividad de los reguladores, señala el “Estudio comparativo y de mejores prácticas sobre el nivel de las áreas jurídicas corporativas” realizado por Deloitte México.
Al respecto Jorge García Villalobos, Socio de Asesoría Financiera de Deloitte México, indicó “es importante considerar que temas como el lavado de dinero y los delitos patrimoniales son los asuntos a los que se está poniendo mayor interés, tanto por parte del gobierno como de la iniciativa privada. En este contexto, el rol del abogado ha pasado de ser meramente operativo a representar un apoyo más estratégico para la organización”.
“La alta dirección está percibiendo que se requiere a alguien que no solamente conozca las leyes, sino también que sepa aplicarlas a fondo al negocio y adoptar un papel consultivo respecto al mismo”, añadió el experto.
De acuerdo con la experiencia de Deloitte, cuando el abogado corporativo es quien toma la responsabilidad de llevar un caso de fraude o de denuncia penal, hay muchas posibilidades de que la organización enfrente dificultades para ganar el proceso y le tome más tiempo del esperado. No porque el área jurídica de la compañía desconozca las leyes aplicables, sino por falta experiencia en el litigio: puede no saber qué pruebas recopilar; cómo, cuándo y ante qué autoridad presentar la información; o cómo darle seguimiento al caso.
Actualmente, en nuestro país, cada vez hay mayor énfasis en el enfoque “si conoce de una actividad ilícita, denúnciela”. Esto incluye que las autoridades estén en permanente creación y monitoreo de medidas al respecto. En este tema, las empresas han tenido y van a tener una participación importante. Su colaboración ha sido en el sentido de que los abogados corporativos han hecho sugerencias para que se perfeccione una ley en dicha materia, que sea objetiva y viable en la práctica.
El análisis de Deloitte considera que en los años recientes ha habido un claro avance en la posición de los abogados corporativos dentro de las organizaciones. Agrega que hoy en día es mayor el nivel de responsabilidad que ejerce esta figura en varios ámbitos, reflejándose un incremento principalmente en actividades de administración de riesgos, planeación estratégica y administración de proyectos.
Finalmente, destaca que los abogados corporativos están haciendo un gran trabajo, sin embargo, los retos a los que se enfrentan son grandes. El abanico de leyes es amplio y dinámico, por lo que abogados especializados en una materia no pueden cubrir los mismos temas que los versados en otra. Fiscalistas, penalistas, expertos en comercio exterior o en materia laboral, por mencionar unos ejemplos, llegan a necesitar uno del otro.
Redacción Pymempresario
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