Hasta hace poco menos de cinco años, uno de los escepticismos más frecuentes a los que se enfrentaban los CIOs y los gerentes de TI era la implementación de un proyecto de red inalámbrica, pues la premisa básica del sector empresarial era hacerla funcionar de modo alámbrico y luego pensar en el inalámbrico.
Actualmente el concepto de Wi-Fi nos transporta a la idea de rapidez y soluciones inmediatas pero sobre todo al contexto de “necesidad” pues hoy en día resulta impensable un hotel sin un servicio de Wi-Fi de calidad o cafeterías y restaurantes sin la opción de acceso a la red.
Sin embargo, existen errores frecuentes al interior de las empresas tras una inadecuada planeación en la implementación de Wi-Fi entre los que se encuentran principalmente:
1. El desconocimiento en los procesos de negocio que pueden verse favorecidos con una red inalámbrica robusta, como por ejemplo Bring Your Own Device (BYOD) en donde su funcionalidad está directamente ligada al uso de los empleados y cuya infraestructura inalámbrica debe ser evaluada con el fin de brindar servicios Wi-Fi de alta capacidad y velocidad para soportar cantidades considerables de usuarios de dispositivos móviles. La promesa de la movilidad depende de la capacidad del departamento de TI para ofrecer aplicaciones y datos a los usuarios en cualquier dispositivo.
2. Desestimar los costos de implementación y el retorno de inversión que se pueden generar con un proyecto de este nivel, como es el caso de las empresas que funcionan con almacenaje o centros de distribución que constantemente realizan conteo en volúmenes de inventario altos y que requieren acceso a estos vía remota en tiempo real y en donde son indispensables señales sólidas verticales y horizontales polarizadas que ayuden a eliminar la interferencia y donde los puntos de acceso se puedan manejar vía remota. IDC señala que para 2016, 80% de la inversión tecnológica impactará directamente en la línea del negocio, involucrándose no sólo con el departamento de sistemas sino con toda la organización.
3. La mala elección de un integrador de infraestructura Wi-Fi que carezca de experiencia y que no pueda centralizar la administración de los puntos de acceso, puede ser un riesgo que se vea reflejado principalmente en el costo/beneficio. Se debe elegir el socio adecuado que cumpla con las necesidades dentro del presupuesto de actualización de infraestructura Wi-Fi, con el fin de brindar servicio inalámbrico veloz y de gran capacidad para soportar una gran cantidad de usuarios de dispositivos móviles.
4. Es indispensable diseñar un proyecto inteligente de gestión sobre todo cuando el despliegue resulte ser tan grande que pueda llegar a afectar más de un proceso de negocio y a más de una de las áreas, por lo que es fundamental considerar que durante el acercamiento con líderes y dueños de los procesos se les expliquen las posibilidades de cómo éstos pueden mejorarse o empeorarse según la calidad de entrega de los servicios inalámbricos.
5. No desarrollar una estrategia de comunicación para la dirección tanto general como financiera que sea clara en las ventajas de la implementación.
Más allá de la modernidad y de la movilidad, es necesario que estas implementaciones se visualicen como aliadas en tecnología, en donde se fomente la inclusión de todos los departamentos al interior de la organización empresarial, la planeación estratégica, la visualización a corto y largo plazo, todo con el fin de lograr el éxito de cualquier proyecto en tecnologías de información.
Por: Jorge Avello, ingeniero de sistemas para CALA de Ruckus Wireless
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