Óscar Silva, director de la Práctica de Transaction Services, KPMG México
El crecimiento experimentado por la industria automotriz mexicana los primeros meses de 2012, confirma su continua consolidación en el sector que la posicionan en el octavo lugar a nivel mundial, de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) a mayo de 2012.
Los datos de AMIA destacan que en 2011 la producción total aumentó 13.1% respecto a 2010, las exportaciones 15.3% y las ventas al mercado interno 10.4%. Este crecimiento ha convertido a México en una plataforma exportadora global debido a sólidas ventajas competitivas como:
- – Bajos costos combinados con una alta productividad y mano de obra calificada.
- – Acuerdos de libre comercio con diversos países
- – Proximidad geográfica al mercado automotriz de Estados Unidos que permite menores costos de transporte y un menor tiempo de llegada al mercado.
Los últimos datos de mayo de 2012 confirman la tendencia de una industria en pleno ascenso. La producción total acumulada registró 12.5% de crecimiento comparada con el mismo periodo de 2011. A pesar del débil crecimiento en Estados Unidos para el primer trimestre de 2012, que podría apuntar débilmente a una nueva recesión, las exportaciones presentan una tendencia positiva con 14.6% de crecimiento en el periodo enero-mayo respecto al de 2011.
El mercado interno también sigue desarrollándose a tasas interesantes junto al potencial para la exportación, lo que refuerza el atractivo para la entrada de nuevas armadoras y la expansión de las existentes. En el acumulado de mayo de 2012 se registró 11.3% de crecimiento del consumo de automóviles respecto a 2011.
Lo anterior suma 38,970 vehículos adicionales respecto a 2011, que se han vendido en el mercado interno para una venta total de 383,731 unidades en México, los primeros cinco meses de 2012.
En números absolutos, el mayor crecimiento de venta en el mercado interno ha sido de armadoras ya están instaladas en México, al mantener los mayores porcentajes de participación de mercado. Las que importan desde otros países han experimentado tasas de crecimiento y volúmenes de venta superiores al promedio, lo que justificaría su establecimiento en el corto y mediano plazo.
Existen casos de marcas automotrices con volumen de ventas y tasas muy interesantes de crecimiento pero que aún no cuentan con unidades productivas. Otras, están construyendo su volumen a ritmo acelerado, lo cual les permitirá tener a mediano plazo la masa suficiente para instalarse México.
Además de la inversión y los empleos resultantes del establecimiento de estas armadoras, la industria automotriz se caracteriza por su efecto multiplicador. Los proveedores deben estar cerca para permitir modelos justo a tiempo y de producción esbelta. Entonces serían necesarias nuevas plantas, expansión de las existentes y el arribo de nuevos proveedores del extranjero.
Definitivamente, hay una gran oportunidad para el sector automotriz en México en los próximos años ya que se cuenta con infraestructura y características necesarias para sustituir todas estas importaciones con producción interna. Ese debería ser un objetivo medular de la política de promoción industrial de los próximos años.