Ya te hablamos de cómo calcular tu productividad, que mide la relación entre los insumos y los resultados de una actividad o proceso, ahora te mostraremos cómo lograr mejores resultados.
1) Debes tener en cuenta todos tus costos, fijos y variables, para poder conocer tu costo unitario por artículo, mismo que está determinado por el proceso de producción, con este valor bien calculado podrás determinar si se puede reducir el costo del producto.
2) Producción supeditada al proceso, este modelo se basa en la maquinaria, si quieres aumentar la producción aprovecha la capacidad del equipo existente, lo importante es tener ocupadas las máquinas a plena capacidad.
3) Producción supeditada al producto, también conocida como producción en línea, se utiliza cuando se repiten las mismas operaciones para la elaboración de los productos y aprovecha la especialización que adquieren los empleados con la repetición constante de la misma actividad.
4) Elabora las políticas de producción. Una vez que tengas claros los elementos con los que cuentas y aquellos que podrían hacerte más fuerte define la estrategia de trabajo donde especifiques costos, tiempo de entrega, calidad y cantidad.
5) Debes tener en claro los espacios y procesos, algo tan sencillo como reducir al mínimo los desplazamientos de los trabajadores y productos hará una gran diferencia en los tiempos de entrega y errores.
6) No temas los resultados en el precio, si bien el fin de tener una mejora en la productividad es el ahorro, no caigas en la tentación de reducir la calidad, si encuentras que haciendo cambios podrás brindar un mejor producto a un costo adecuado, aunque ello te implique aumentar el precio final, los consumidores están dispuestos a pagar más a cambio de un artículo que reúne las características que le satisfacen plenamente.
Ariadna Cruz
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