Para todo aquel empresario que requiere un financiamiento, pero desconoce algunos puntos medulares sobre sus costos es importante conocer que como todo servicio se tiene calculado un precio, porque también representa un riesgo como prestamista, aquí lo importante es verlo como una forma de obtención de capital, es decir un inversionista que recuperará su dinero.
Los primeros mitos encontramos son los siguientes:
La tasa de interés es muy alta. Desde la perspectiva de los financiadores, la tasa de interés no es más que el precio por obtener el dinero, todo en función de las siguientes variantes: A) El riesgo de recuperación; B) El costo por analizar su factibilidad; C) La disponibilidad de recursos. D) El tamaño de los créditos.
Profundizando respecto a los puntos antes señalados desglosamos su impacto.
A) Riesgo de recuperación. Este factor se medido por parte de la entidad financiera en función de qué tan sólida es la actividad del empresario. Su experiencia, clientes constantes y consistentes, además de ciclos anuales bastante estables, ventas al contado y facilidad de convertir sus cuentas por cobrar, en otras palabras que sea un giro estable. Mientras más estable y sólida la actividad, mejor y más fácilmente podrá pagar el préstamo y estará menos sujeto a los efectos de fenómenos económicos, intrínsecos o extrínsecos.
Es claro que a mayor riesgo, mayor tasa de interés. Las garantías pueden ser un factor para mitigar el riesgo y así, pensar en disminuir la tasa de interés.
B) Costo por analizar factibilidad. La factibilidad de que un crédito sea otorgado, depende de analizar información del desempeño pasado de la compañía, su historial crediticio, sus ingresos, márgenes, eficiencia operativa, capacidad para generar efectivo, su patrimonio, etc…
El problema es ¿Cuál es la fuente de información con la que se podrán analizar estos factores? Los Estados Financieros dictaminados, se consideran la fuente de información objetiva más fiable respecto a la situación de una compañía. Un despacho externo es contratado para asegurar que los números plasmados en los estados, reflejen la actividad y situación financiera de la misma. El despacho tiene co-responsabilidad por emitir su dictamen contable.
Es común que los MiPyMEs no puedan pagar un despacho externo y en el mejor de los casos, podrá contar con estados financieros internos, normalmente susceptibles de reflejar lo que al empresario mejor convenga. Normalmente no son suficientemente fiables, a menos que se puedan cruzar con declaraciones de impuestos y que se certifique que por lo menos, se pagan impuestos en base a esa información a la vista de las autoridades. A veces se incluye visitas por parte de las financieras a los domicilios de quienes solicitan un crédito para constatar que los estilos de vida, coinciden con el nivel de riqueza generado por la compañía. Esto es mucho más costoso y se traducirá en un mayor costo de financiamiento, es decir, mayor tasa.
C) Disponibilidad de recursos. Cuando un financiador tiene mucha liquidez, ya sea por que capta ahorro, o porque cuenta con líneas de crédito o recursos aportados por socios, tenderá a disminuir las tasas de interés para poder colocarlos. Si no los coloca, su rentabilidad será menor ya que mientras tanto los invertirá, por ejemplo en CETES. De manera contraria, cuando los recursos son escasos, el financiador lo prestará a aquellos clientes menos riesgosos o a los que estén dispuestos a pagar mayores tasas de interés.
D) Tamaño del crédito. El esfuerzo por colocar un crédito por 20 mil pesos es casi el mismo que por otorgar un crédito por 500,000 pesos. Los recursos humanos, materiales empleados en el análisis e integración del expediente pueden ser similares, sin embargo, por economía de escala, el crédito mayor podrá tener menor tasa para cubrir estos gastos.
Desde otra perspectiva ¿qué se considera una tasa de interés alta? Depende del destino y rentabilidad del crédito, por ejemplo en la central de abastos, la tasa de interés puede alcanzar el 10% diario, ¿quién en su sano juicio pensaría en financiarse a esa tasa? Pues, sorpréndase: es sumamente común, hay a quienes les conviene y lo siguen haciendo.
Alguien que le paga 10% mensual a un prestamista, una tasa del 5% mensual lo podrá ver como un remanso; pagar 5%, es impensable para un agricultor, cuyos márgenes, le harían imposible costear algo así…
José Manuel González, director de Negocios en Te Creemos
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