Estas son las enfermedades laborales modernas que están causando el mayor número de bajas. Enfermedades pasajeras, eso sí, producidas por el uso excesivo del computador, pero que hay que controlar. Una persona que utiliza el computador como herramienta de trabajo ejecuta entre 12.000 y 33.000 movimientos de cabeza y ojos, las pupilas reaccionan de cuatro mil a 17 mil veces y además se suelen ejecutar unas 30 mil pulsaciones de teclado. Y, aunque el computador no causa estas enfermedades, sí las motiva; por eso hay que aprender a usar estas nuevas herramientas de trabajo.
Para ello ha nacido la ergonomía que es la ciencia que estudia la optimización integral de sistemas hombre-máquina y, en este caso, la adaptación del computador a las capacidades y condiciones de quien lo usa. La ergonomía incluso ya es motivo de currículums académicos ( http://www.angelfire.com/ar/uniderg/ ); y de programas de estudios que previenen riesgos laborales (http://venus.rdc.puc-rio.br/moraergo/programa.htm , en portugués).
Monitores
Existe cierta discrepancia entre los expertos sobre si los trastornos oculares derivados de trabajar con computadores son sólo transitorios o se pueden convertir en patológicos. Lo cierto es que si existen miopías causadas por la lectura, también puede haberlas causadas por el computador. Al trabajar con pantallas de forma prolongada y habitual, algunas deficiencias oculares sin importancia se pueden convertir en lesiones más o menos graves. Por ello, la primera recomendación a la hora de trabajar con computadores es someterse a una revisión oftalmológica.
Para evitar síntomas como escozor, parpadeo, visión borrosa, fatiga visual, se recomienda que los colores del monitor sean claros y mates, así se evitan reflejos; los caracteres tienen que estar bien definidos, con un buen nivel de contraste con respecto al fondo, de tamaño suficiente y con un espacio adecuado entre los renglones; la imagen de la pantalla ha de ser estable, sin destellos, reflejos, centelleos o reverberaciones.
Parece aconsejable un precalentamiento de la pantalla para evitar una posible fatiga visual producida por estas variaciones. También hay que tener un especial cuidado en que el filtro no oscurezca demasiado el monitor. Trabaje con monitores que lleven un tratamiento antirreflejo o incorporen un filtro especial; sitúe la pantalla a una distancia entre 50 y 60 centímetros. Nunca a menos de 40 centímetros. La parte superior de la pantalla debe estar a una altura similar a la de los ojos, o ligeramente más baja. El monitor se sitúa así en la zona óptima de visión, comprendida entre los cinco y los 35 grados por debajo de la horizontal visual, y desde la cual se contempla todo sin ningún esfuerzo. De esta forma, la vista no se resiente y se evitan posturas que lesionen la vista.
La pantalla ha de colocarse perpendicular a las ventanas. Nunca enfrente o de espaldas a ellas. En el primer caso, al levantar la vista, se pueden producir deslumbramientos. En el segundo, los reflejos de la luz natural sobre el cristal son inevitables.
Algunos ejercicios oculares pueden consistir en cerrar los ojos con la ayuda de las palmas de las manos, pero sin presionar. Otro es sentarse correctamente y mirar al frente. Después, sin mover la cabeza, desviar la mirada todo lo posible hacia la izquierda y luego a la derecha.
También es conveniente usar un atril para los documentos, colocándolo a una distancia equivalente a la pantalla y a su misma altura. De esta forma no se baja y se sube constantemente la cabeza para mirar y se reduce la fatiga visual. Siempre que pueda, use la luz natural; si no es posible encienda la luz del techo y la de la lámpara. Una luz fluorescente posibilita el descanso de la vista. Si se es zurdo, se recomienda una lámpara con luz a la derecha y si se es diestro, a la izquierda. Otra recomendación importante es
hacer descansos de cinco minutos cada hora. Durante estas breves pausas hay que recrear la vista mirando escenas lejanas. Sobre los aspectos ergonómicos en el uso de pantallas de visualización de datos, ver en la Revista del Instituto de Medicina del Trabajo de Cuba http://www.infomed.sld.cu/revistas/hie/vol34_2_96/hie08296.htm ).
El teclado
Los problemas que surgen por el uso, o mal uso del teclado no son distintos de los que han sufrido las secretarias de toda la vida. El teclado de los computadores es una herencia del que fue diseñado en el siglo pasado para las máquinas de escribir; teclas más suaves y otras adicionales son las principales diferencias.
Al manipular un teclado, las manos adoptan una posición forzada, hacia afuera. Los movimientos rápidos y repetitivos pueden provocar tendinitis o tenosinovitis (sobre tendinitis, causas, diagnóstico y tratamiento, ver http://www.arrakis.es/~arvreuma/tendon.htm ).
Cada vez existen en el mercado más componentes que corrigen esto, como los teclados ergonómicos o los reposamuñecas ( http://guille.costasol.net/vbonline/9708/ergo_es.htm ). Tanto unos como otros permiten un acceso a las teclas en línea recta con respecto al
antebrazo, por lo que la postura que se adopta es más natural. El teclado ergonómico ofrece además un mejor ángulo de trabajo, teclas situadas donde los dedos tienen una posición de descanso. Son más costosos que los normales, pero vale la pena usarlos si se pasan muchas horas ante el computador.
Otros consejos con respecto al teclado es que sea mate o de colores claros, para evitar reflejos; independiente de la pantalla del computador, es decir, móvil, que permita adoptar una postura cómoda que no provoque cansancio; regulable en cuanto a inclinación, en un intervalo de 10 a 15 grados, con el fin de evitar movimientos forzados de las articulaciones, que pueden derivar en lesiones. Se recomienda que la línea media del teclado (tercera fila), no se levante más de tres centímetros de la superficie de trabajo.
Además se recomienda utilizar un teclado estable durante su uso, que no se deslice sobre la superficie en la que reposa; los símbolos de las teclas deben resaltar y ser legibles desde la posición normal de trabajo, se recomienda que estos caracteres sean oscuros sobre fondo claro; también se aconsejan teclas cóncavas (es mejor este tipo de superficie, ya que facilita su utilización). Es importante la separación suficiente entre las distintas
partes del teclado, su suave manipulación, que no requiera gran presión sobre las teclas que se pulsan, que no provoque demasiado ruido, pero que al accionarse dé una señal táctil, acústica o visual.
En cuanto a su ubicación, se recomienda que tenga el espacio necesario delante para poder apoyar cómodamente brazos y manos, a fin de reducir la fatiga en los brazos y la tensión en la espalda. También se recomienda que esté situado dentro del llamado espacio asequible, que comienza a partir del borde de la mesa. Así se evitan posturas forzadas, como trabajar con los brazos estirados. Debe ubicarse a la misma distancia de los ojos que el resto de componentes; es recomendable situarlo justo debajo del monitor.
Cuando se encuentra en superficies laterales con respecto a él, obliga a girar la cabeza a derecha o izquierda (según esté la pantalla).
Se recomienda lavarse a menudo las manos con agua fría, esto mejora la circulación, alivia las molestias y previene inflamaciones.
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