Además de estar en juego tu patrimonio, tu vida y la de tus empleados puede estar en peligro si no tomas las medidas necesarias en términos de prevención y normativas relacionada con los incendios.
Recientemente se actualizó el Reglamento de la Ley General de Protección Civil, sin embargo la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI), advierte que hace falta reforzar el marco jurídico en materia de protección contra incendios. La falta de regulación específica para la prevención y protección de incendios en nuestro país tiene un rezago de al menos 35 años.
Dicho rezago, afirma, obedece a la incorporación de nuevos procesos y materiales modernos empleados en la construcción, que son más ligeros, más flamables, prefabricados, así como a la falta de mantenimiento en las instalaciones de los inmuebles.
En México, los incendios, a diferencia de los sismos y huracanes, se presentan con más frecuencia de lo que parece, es decir que tan sólo en las tres ciudades más importantes: Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara en 2013, se registraron un total de 15 mil incendios atendidos por los cuerpos de bomberos.
De manera general, el marco jurídico mexicano actual es limitado, incompleto y disperso, señala la asociación. Las leyes y reglamentos existentes en nuestro país contienen medidas diversas, pero no abordan la totalidad de la prevención de incendios, protección y mitigación para evitar pérdidas irreparables, detectar de forma rápida y suprimir en su caso de forma efectiva.
Esta normativa no está acorde a lo utilizado en otros países y al México moderno. Los intentos para proteger la vida humana, así como los daños a la propiedad de los incendios en nuestro país, no han sido los suficientes ni integrales, por ello, dice la AMRACI es impostergable su actualización y desarrollo de una nueva reglamentación integral en la materia.
Este atraso en la normatividad ha ocasionado un incremento gradual del número de incidentes de incendios de hasta un 10% anual, los incendios no sólo tienen un impacto social muy importante por el incremento de víctimas más de 2 mil 990 entre hombres y mujeres, niños y adultos mayores desde el año de 2000, sino también tienen un impacto en la continuidad de operaciones, la productividad y daño al medio ambiente.
Ante la AMRACI ha exhortado a las diversas organizaciones gremiales a hacer un frente común para que de manera organizada trabajen para presentar a las autoridades mexicanas una propuesta de reglamentación de seguridad humana y protección contra incendio, destacando la elaboración de una Norma Oficial Mexicana (NOM) de Rociadores Automáticos Contra Incendio.
En países desarrollados de Europa, así como en Estados Unidos, el uso de sistemas de rociadores automáticos contra incendios ha reducido hasta en un 69% los siniestros, el número de muertes en 87%, el porcentaje de heridos y el costo de pérdidas materiales hasta un 83%; esto gracias a la intervención de sus gobiernos y al fortalecimiento de su marco regulatorio.
En América Latina se tiene la creencia que los sistemas de rociadores son muy costosos cuando en realidad las alfombras o techos falsos para un edificio de oficinas por ejemplo, tienen un costo similar por metro cuadrado al costo de los rociadores de 23 y 25 dólares, respectivamente.
En cuanto a los costos no resulta representativo si lo comparamos con el costo total de la construcción de un edificio por ejemplo de oficinas u hospital oscila entre 1.45 y 0.90 de su costo, pero resulta muy representativo para salvar vidas y proteger propiedades.
Redacción Pymempresario
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