Para que tus socios y clientes puedan confiar cuando dices que tu empresa maneja altos estándares de calidad y sustentabilidad, lo mejor es contar con pruebas y en ese sentido la Organización Internacional de Normalización o ISO puede ayudarte.
Este organismo es el encargado de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y comunicación para todas las ramas industriales, a excepción de la eléctrica y la electrónica, cuya función principal es la estandarizar las normas de productos y seguridad para las empresas u organizaciones a nivel internacional.
Aunque la aplicación de estas normas no es obligatoria sí ayuda a las empresas a alcanzar un mayor prestigio, y más allá de eso a identificar sus áreas de oportunidad que de corregirse pueden significar incrementos en la productividad, además de una un mayor compromiso por parte de los trabajadores.
Existen distintas normas ISO que puedes ganar gracias al desempeño de tu empresa, entre ellas:
– ISO 9000. Designa un conjunto de normas sobre calidad que se pueden aplicar en cualquier tipo de organización o actividad orientada a la producción de bienes o servicios.
Esta norma específica la manera en que una organización opera, incluyendo sus estándares de calidad, tiempos de entrega y niveles de servicio, calificados con base en 20 elementos.
Las empresas que tienen esta norma logran estandarizar las actividades del personal, incrementan la satisfacción del cliente, pueden medir y monitorear el desempeño de sus procesos, incrementan la eficacia en el logro de sus objetivos, y mejoran continuamente sus procesos, productos, desempeño, etc.
Esta certificación además mejora la reputación de marca y puede ser utilizada como una herramienta de marketing especialmente ante clientes y socios.
El registro para la ISO 9000 requiere generalmente un período de entre 12 a 18 meses dependiendo de la complejidad de la organización y de los sistemas existentes en la misma.
La ISO 9000 engloba varios estándares internacionales entre ellos ISO 9001, sobre diseño, producción, instalación y servicio post-venta; ISO 9002, referidos a la instalación y servicio post-venta; ISO 9003, inspecciones y ensayos finales, e ISO 9004-1, que se constituye en una guía para la gerencia en el desarrollo de un sistema de calidad.
– ISO 14000. Establece cómo alcanzar un sistema de gestión ambiental (SGA) efectivo. Esta norma está diseñada para conseguir un equilibrio entre el mantenimiento de la rentabilidad y la reducción de los impactos en el medio ambiente.
La ISO 14000 va enfocada a cualquier organización, de cualquier tamaño o sector, que esté buscando una mejora de sus impactos medioambientales involucrando a todas sus áreas o sólo a algunas específicas como producción, ventas, administración o transporte.
Una de las ventajas de contar con esta certificación es la facilidad de realizar negocios internacionales, pues expertos consideran que en breve crecerán los requisitos en el tema ambiental y serán considerados una prioridad.
Además se pueden detectar oportunidades de aprovechamiento de residuos, reciclándolos o valorizándolos para llegar a obtener beneficios de los mismos o una reducción de costos.
– ISO 26000. Señala la responsabilidad social de las empresas, aunque cabe señalar que se trata más bien de un documento o guía, no una norma como son el resto de las tradicionales, es decir, auditable y/o certificable.
– ISO 50001. Para organizaciones del sector público y privado con estrategias de gestión que aumenten la eficiencia energética, lo cual reduce costos y mejora la eficiencia en sus plantas industriales, instalaciones comerciales y organizaciones.
Las empresas que siguen esta norma logran un mejor uso de sus actuales consumos de energía, promueven las mejores prácticas en el tema y utilizan tecnologías de eficiencia energética.
Cualquier empresa que esté en busca de conseguir alguna certificación debe presentar su solicitud ante los organismos acreditados para este propósito. Una vez hecho esto el primer paso es realizar una auditoría a través de la cual se obtendrá un diagnóstico de la empresa, con los resultados se llevará a cabo una capacitación para el cumplimiento de los objetivos planeados, posteriormente se realizará un seguimiento y revisión de los sistemas adoptados por la empresa, tras lo cual se efectuará una auditoria interna que, de resultar satisfactoria, dará lugar a la certificación.
De acuerdo con el Comité Técnico ISO/176 sobre gestión y aseguramiento de la calidad el costo de implementar un sistema de gestión y aseguramiento de la calidad dependerá, sobre todo, del tipo de proceso que quiere certificar cada empresa, así como el tamaño y las características de la compañía, pero en promedio es de entre 25 mil y 75 mil dólares, monto que incluye la contratación de consultores, diagnóstico, capacitación, revisión de documentación y auditorías internas entre otras tareas.
Ariadna Cruz
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