De manera contraria a lo que mucha gente cree en estos días, en México la política fiscal será expansiva, en el margen, en 2014, no contraccionaria. El impulso fiscal es mayor al 1%, medido como el cambio en el déficit. Sin embargo, los impuestos aumentaron en enero, así que hace sentido el que los consumidores y las compañías estén bajo la impresión de que habrá una importante contracción fiscal este año. Pero se pierde de vista que el incremento en el déficit de 2014 es el más grande en más de 10 años, y que el gasto público será más que compensado por el aumento en los impuestos.
Estimamos que el impacto total de la reforma fiscal afecte al crecimiento de 2014 en 0.5pp del PIB. La reducción en el gasto privado será a lo mucho 1% del PIB. Sin embargo, el gobierno tiene recursos extras que suman 1.5% del PIB, incluyendo (1) la reforma fiscal generando mejores ganancias equivalentes al 1% del PIB, (2) mayores recursos con el déficit creciendo al 1.5% del PIB, y (3) posiblemente menores ingresos de los ingresos no recurrentes o de menores ingresos petroleros, lo que estimamos puede ser de 1% del PIB.
Habrá un poco de desplazamiento del financiamiento del sector privado debido al incremento en el déficit, sin embargo, desde nuestra opinión, es poco probable que sea tan grande como para convertir la política fiscal en contractiva en 2014. El Banco de México (Banxico) estima el impulso fiscal total para 2014 en 0.2pp en un gran desplazamiento del financiamiento privado.
El déficit fiscal medido por la Secretaría de Hacienda (excluyendo la inversión de Pemex), aumentará a 1.5% del PIB en 2014, desde el 0.3% del PIB en 2013. Este aumento de 1.2pp del PIB es el impulso fiscal más grande que ha tenido México en los últimos 10 años. Hay que recordar que esto implica que en lugar de tomar 0.3pp del PIB de la economía, como hizo el gobierno en 2013 (0.3% del déficit vs. 0.6% en 2012), en 2014 el gobierno inyectará 1.2pp del PIB en la economía.
Si utilizamos la más amplia medida del déficit público, los requerimientos fiscales del sector privado (FRPS por sus siglas en inglés), el impulso fiscal se mantiene en un gran 1.1pp del PIB, mientras los requerimientos aumentarán a 4.1% en 2014 de 2.3% en 2013. Incluso si tomamos en cuenta que las importantes ganancias no recurrentes de 2013 no se repetirán en 2014, el impulso fiscal se mantiene positivo. Estimamos las ganancias no recurrentes en 1.1% del PIB en 2013. Así que el FRPS corregido para ganancias no recurrentes sería de 2.9%, con un impulso fiscal aún en 0.6pp.
Los datos de los primeros dos meses de 2014 muestran el compromiso del gobierno. De manera contraria a lo que sucedió en los últimos siete años, cuando el gobierno alcanzaba un excedente de $26 mil millones de pesos (mmdp), el balance del sector público estaba en un déficit de $45.7 mmdp para enero y febrero de 2014.
Los cambios fiscales en el lado de los ingresos iniciaron en enero de 2014. Hubo muchos cambios en el sistema de impuestos. Se espera que el ingreso extra sume un total del 1% del PIB en 2014. Mientras el ingreso aumenta, la renta disponible en México caerá alrededor de la misma cifra (1% del PIB). Esta reducción en la renta disponible ya está afectando el consumo e inversión privados. Prevemos que el gasto privado se fortalezca hasta la segunda mitad de 2014, cuando las exportaciones y el gasto público crezcan lo suficiente para poner en marcha a los consumidores y compañías.
Prevemos que el impacto total en el gasto privado de los impuestos más altos sea menor al 1% del PIB porque la reforma fue progresiva (quita más a quienes tienen ingresos más altos). Los consumidores con altos ingresos no reducirán el consumo de la misma manera que la reducción de los ingresos, y en su lugar reducirán sus ahorros.
El gasto público se ha invertido en términos de las tasas anuales desde octubre de 2013. El gasto público registró un quinto aumento consecutivo en febrero, 19.2% interanual y 2.4% mensual ajustado por estacionalidad en términos reales. El gasto de capital ha sido fuerte, aumentando 42.2% interanual en febrero y 47.0% de septiembre de 2013 a febrero 2014 contra el mismo periodo del año anterior.
El sector de la construcción se beneficiará directamente del mayor gasto público, particularmente el subsector de la ingeniería civil.
Cuando la nueva administración entró en funciones, anunció un plan de infraestructura para aumentar el gasto en transportación y telecomunicaciones en 60%. Y el gobierno planea utilizar los recursos extras para aumentar el gasto en infraestructura en 14% interanual en términos reales en 2014. Uno de los proyectos es un tren de $6 mil millones de dólares (mmdd) que conectará la Ciudad de México con Toluca, y que estará listo para el segundo semestre de 2017. De acuerdo con el gobierno, las ofertas iniciarán el 9 de mayo.
La política monetaria, laxa actualmente, es otro factor que apoyará al crecimiento en 2014. Este factor es menos importante que los factores externos y los fiscales, pero será de sustento.
Actualmente, la tasa de interés interbancaria real ex ante es ligeramente negativa. La tasa nominal interbancaria se encuentra en 3.5% y las expectativas de la inflación en los próximos 12 meses se encuentran en 3.68%, de acuerdo a la Encuesta a analistas privados del Banco de México de febrero.
En nuestra opinión, la tasa neutral para México no está por debajo del 2%. Una de las razones es que la tasa neutral de Estados Unidos está típicamente considerada en 2%, y en modelos económicos monetarios abiertos, esa tasa junto con una prima de riesgo determina la tasa para México. Si utilizamos un argumento de economía cerrada, la tasa real tendría que ser más alta, ya que se estima un potencial de crecimiento en México en torno al 3%. Consideramos que la política monetaria es laxa porque la tasa real se encuentra por debajo de la tasa neutral.
Por Carlos Capistrán, Economista en Jefe para México, en BofA Merrill Lynch Global Research,
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