A consecuencia de la escasez de huevo los comercios como abarrotes, misceláneas, tienditas y cremerías, entre otros, están dejando de percibir ganancias, pues los altos precios se presentan en toda la cadena de abasto, desde los productores, intermediarios y distribuidores.
La Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, aclaró que aunque algunos atribuyen el alza de precios a los pequeños comercios, estos son el último eslabón en la cadena comercial, por lo que el precio al que compran los productos se elevó desde antes.
Ante la situación, los microempresarios han tenido que reducir sus propias ganancias, pues mientras en mayo de este año el precio del kilo de huevo al comerciante era de 17 pesos promedio; en agosto, se elevó a 28 y 30 pesos en promedio, lo que desemboca en la inevitable alza de precios para el consumidor.
Se explicó que la ganancia para el comerciante en la venta del kilo de huevo antes del mes de junio era alrededor de 3 pesos o 15%; hoy continúa siendo entre 2 y 3 pesos, pero en relación al aumento del kilo de huevo, la ganancia disminuye al 10%.
La Concanaco Servytur pidió a las autoridades económicas y comerciales del país vigilar cabalmente la cadena comercial y de distribución del huevo y productos derivados, pues es ahí donde se elevan los precios que finalmente afectan al consumidor.
“Las omisiones en la vigilancia, así como el acaparamiento y aumento indiscriminado de los precios en la cadena de distribución, provoca que la opinión pública culpe y satanice al abarrotero y/o tendedero del incremento de precios, situación que no está en manos de los comerciantes minoristas”.
La Cámara recalcó que pese a la percepción general en la que se atribuye la especulación y alza de precios a los pequeños comercios, esa idea es errónea, ya que el pequeño empresario actúa en reacción a los aumentos de precios en la cadena y muchas veces debe castigar su ganancia, como es el caso del huevo, para mantener al alcance del consumidor productos de la canasta básica.
Aunque las ventas de huevo no han resentido una baja considerable, puesto que es un producto de consumo básico, lo que los pequeños comercios reportan es que ha cambiado la cantidad de compra por parte del consumidor, es decir, sí se compraba un kilo de huevo a la semana, ahora se compra medio kilo o por pieza, aunque se compre varias veces en una semana.
Ariadna Cruz