De acuerdo a las cifras que aporta el INEGI, de cada 100 negocios, sólo sobreviven 25 antes de los 5 años y a los 20 años, sólo 9 logran permanecer. Ninguna empresa tiene el éxito garantizado, y en gran medida se debe a que no tienen una planeación adecuada desde su fundación.
Otro factor que perjudica a las organizaciones es que los empresarios no se dedican al 100% a su negocio, pues algunos lo ven como una fuente alterna de ingresos y dejan su negocio en manos de terceros que no tienen el expertis ni el sentimiento respecto al negocio para tomar decisiones inmediatas que pueden cambiar su rumbo. No entregarse de lleno al proyecto aumenta el riesgo de fracaso.
Algunas recomendaciones que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte del negocio son:
- Realizar un plan de negocios: desde tener bien definido el producto o el servicio, conocer el mercado al que va dirigido, realizar estudios de mercado, establecer precios, costos, definir los recursos que están disponibles. Es importante recurrir en todo momento con los expertos.
- Hacer una revisión periódica: de por lo menos 6 meses para constatar que se estén cumpliendo con las metas y los objetivos, identificar cuáles son las desviaciones y corregirlas y observar qué es lo que está pasando, si son los costos que están elevados, que no se esté siendo absorbido por el mercado. Revisar el grado de cumplimiento y en base a ello reforzar lo que está haciendo bien; modificar lo que no, innovando y generar un gobierno corporativo. Escuchar el consejo de un tercero que no tenga dependencia económica directa con el negocio. Tener una visión empresarial y en base a ello apegarse a los objetivos.
- Innovar: el 91% de las empresas muere a los 9 años, esto se debe a la falta de innovación, es vital aplicarla en los procesos, en el marketing, buscar nuevos productos, estar al tanto de las inquietudes de los consumidores, la tecnología. Preguntarse constantemente qué es lo que está buscando el mercado y revisar a la competencia.
“Las empresas que dejan de innovar, tarde o temprano el mercado o los competidores se los van a comer y un producto que pudo ser muy bueno, puede terminar llevándolo a la quiebra” aseguró Alejandro Cerda, Director General de HIR PyME.
El éxito de las empresas se logra con mucho trabajo, conocimiento y las habilidades de los empresarios. Con empeño, corazón y sobre todo cabeza, los negocios tienen mayores posibilidades de permanecer. HIR PyME no solo ayuda a los empresarios con créditos para iniciar, consolidar o crecer una organización, les brinda apoyo y asesorías, es un facilitador, concluyó el experto.
Ivonne Álvarez
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