Históricamente el emprendimiento y la innovación han constituido los pilares del desarrollo de la humanidad y en la actualidad constituyen, más que en ninguna otra época, la posibilidad de brindar un mayor bienestar a grandes grupos de personas en todo el mundo, a través de la creatividad individual y de la capacidad de llevar a la práctica iniciativas originales con la ayuda de las últimas tecnologías de colaboración social y de productividad personal que nos abren una gigantesca ventana de oportunidad para impactar favorablemente al mundo y dar solución a las grandes problemáticas de nuestra era a nivel ambiental, social y económico.
Por mencionar algunos inventos o iniciativas cruciales en nuestra historia tenemos desde la invención de la imprenta por J. Gutenberg pasando por el espíritu aventurero de Cristóbal Colon al desafiar los paradigmas de su época y lanzarse en una empresa de alto riesgo para él y su tripulación, así como en tiempos más recientes la revolución industrial, el desarrollo de la electricidad o la energía atómica hasta nuestros días con la invención de la internet y el desarrollo científico acelerado que este medio de interacción humana nos brinda.
Por otra parte, los desafíos que enfrentamos como humanidad son tan grandes como las posibilidades de desarrollo que poseemos a nuestra disposición. Fenómenos como el cambio climático, la erosión de tierras tradicionalmente de cultivo, la escasez de agua potable o la falta de alimentos para una gran parte de los habitantes del planeta, no pueden dejarnos indiferentes y exigen de nuestra parte una gran inventiva para hallar soluciones a estas amenazas que enfrentamos como especie y que nuestros hijos heredaran si no tomamos medidas decididas al respecto.
En este contexto es importante revisar con un poco más de detenimiento los factores que están llevando a un número cada vez mayor de personas, instituciones y gobiernos a buscar en el emprendimiento y la innovación alternativas para enfrentar tanto problemáticas globales como personales, como por ejemplo los cambios en la expectativa de vida de la Población.
Este aumento en la expectativa de vida generado por los avances científicos en los rubros médicos, farmacológicos, nutricionales y de estilo de vida nos están llevando a buscar fuentes de ingreso adicionales que nos permitan por una parte acceder a estas nuevas posibilidades y por otra a planificar de mejor manera nuestros ahorros para la época del retiro en la última etapa de nuestras vidas, la cual cada vez representara una porción mayor de nuestra vida total.
Tradicionalmente en el último tramo del siglo pasado la esperanza de vida promedio a nivel mundial estaba en un rango de 75 a 85 años, lo que permitía a los esquemas tanto públicos de salud, mixtos o privados tener coberturas y esquemas de financiamiento relativamente estables para cubrir las necesidades de salud y jubilación de sus poblaciones, sin embargo, producto de los cada vez más vertiginosos avances en descubrimientos médicos vemos que esta esperanza de vida puede verse extendida notablemente con el paso de las próximas décadas, lo que representa un desafío tanto para gobiernos, instituciones y personas en todo el mundo, considerando el costo que estos avances representan, así como las fuentes de ingreso necesarias para cubrir las necesidades de la población por mayores periodos de tiempo, una vez que abandonan el mercado formal de trabajo.
Particularmente en esta área los desafíos más inmediatos consisten en cómo reducir los costos de estas nuevas medicinas y tratamientos de manera que puedan ser accesibles para un gran porcentaje de la población y por otra parte en innovadores esquemas de ahorro e inversión para generar los recursos que se necesitaran en ese mayor número de años que las próximas generaciones podrán vivir.
Mtro. Angelo Gordillo, Director Incubadora de Negocios Universidad Anáhuac
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