El inicio del año 2014 lo recibimos con cambios en materia impositiva, desde el mes de septiembre del 2013 en los medios de comunicación se daban a conocer algunos aspectos sobre lo que se esperaba, una reforma sin grandes cambios, no se gravaba el IVA en alimentos y colegiaturas, no obstante la realidad fue muy distinta, el Impuesto Sobre la Renta se incrementó, el Impuesto al Valor Agregado en las zonas fronterizas aumentó, se aplica el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a los productos alimenticios con alto contenido calórico y quizás lo más importante y menos publicitado se obliga a los contribuyentes a incluirse en el mundo de la digitalización para el control y pago de impuestos.
Por lo que se refiere al incremento en las tasas de ISR esta se incrementa del 30% al 35%, el efecto de este incremento lo recienten básicamente los contribuyentes personas físicas que obtienen un ingreso superior a los $750 mil anuales, tal como las autoridades lo indicaron “que pague más el que más gana”, un aspecto a considerar en este sentido es el relativo a la base de contribuyentes que pagan impuestos la cual, como es bien sabido no ha crecido, lo que de manera concreta nos indica, “un sector muy pequeño de contribuyentes pagan los impuestos que un gran número de los mismos no cubren”. La realidad es clara, la autoridad no ha conseguido establecer los mecanismos para que los contribuyentes que operan en la economía informal, se incorporen a la formalidad, esto sin duda sería un gran alivio para los “contribuyentes cautivos”.
La tasa del IVA en zonas fronterizas se incrementa del 11% al 16% el impacto directo de este incremento lo recienten entre otras las empresas maquiladoras que operan a lo largo de las fronteras del país, la premisa de la que parte la autoridad para el aumento, es que a lo largo y ancho del país los productos y servicios tienen el mismo precio, por lo que no debe de haber diferencias en las tasas de este impuesto.
El IESPS se aplica a los productos alimenticios con un contenido altamente calórico, con el objeto de atender en parte al problema de sobrepeso que afecta a un sector importante de la población, según la misma autoridad lo hizo saber, en este sentido valdría la pena analizar si el exceso de peso proviene de la falta de conocimiento de la dieta adecuada que se debe consumir o bien porque su capacidad de compra lo obliga a consumir estos productos, de esta forma se tendría claro si la aplicación del impuesto tendrá el efecto que persigue.
En materia de digitalización, el Código Fiscal de la Federación, establece que tanto los ingresos generados por los contribuyentes como los gastos y costos en que incurren, para hacerlos deducibles, requieren de un Certificado Fiscal Digital, de esta forma desaparecen los comprobantes a papel y se establecen las cuentas de cheques como elemento de control que permite verificar que tanto ingresos como costos y gastos estén soportados por los CFDIs.
Por otro lado aparece la obligación de enviar mensualmente los registros contables que muestran las operaciones de los contribuyentes al SAT. Sin duda este control permitirá vigilar el estricto cumplimiento de las obligaciones fiscales a la autoridad y a los contribuyentes los obligará a incurrir en mayores gastos e inversión en tecnología por la entrada al proceso de digitalización en el pago de impuestos.
Además de lo anterior, durante el presente ejercicio fiscal se obligará a los contribuyentes a contar con un “buzón fiscal” a través del portal del SAT el cual utilizará la autoridad para mantener contacto con los contribuyentes, ahora también se estará obligado a revisar diariamente el citado buzón para atender a las solicitudes tanto de la autoridad como de los contribuyentes.
En suma se incrementan los impuestos, se incrementa el control en el cumplimiento de obligaciones por parte de la autoridad y se incrementan los costos por la administración de los nuevos procesos de digitalización, si cree usted que eso es todo, recuerde que aún se están discutiendo las reformas a las leyes de seguridad social.
Por M.A. y C.P.C. Raúl Castro Espinosa, Líder de opinión, Facultad de Negocios de La Universidad La Salle
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