Muchas personas hablan de los ODS, como propuesta de Naciones Unidas, sin conocer a qué se refiere y lo más importante sin involucrarse con ellos, por eso aquí daremos una pequeña introducción a los mismos, así como la competencia que tenemos en su cumplimiento.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos del Milenio, propuestos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el año 2000, invitando a un compromiso de los gobiernos miembros para trabajar en la mitigación y solución de problemas sociales globales.
En 2015 fecha en la que se evaluó el avance en el cumplimiento de estos objetivos, la ONU elaboró un informe de resultados en la que se reconoció que el trabajo no se había completado y que debían continuar el esfuerzo; también reconocieron que para lograr las metas propuestas se debía incluir al sector privado para lograr avances efectivos.
Como resultado del miso informe surgió una nueva propuesta: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que identifican los grandes retos que tenemos como humanidad para enfrentar los desafíos que nos presenta el mundo actual como son la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Estos nuevos objetivos tienen como fecha de evaluación de resultados el año 2030, tienen metas específicas en cada uno de ellos y todos debemos contribuir al cumplimiento de ellas.
Cada sector productivo debe asumir el compromiso para influir en la aplicación y cumplimiento de las metas que proponen, no importando el tamaño de la organización o empresa, es una propuesta de esfuerzo coordinado de Gobierno, sector privado y organización civil para cambiar la forma en que pensamos y actuamos en los diferentes problemas sociales de la comunidad, del país y del mundo para lograr el paradigma de desarrollo.
Los ODS están diseñados para reunir una amplia gama de organizaciones y conformar así el marco común de actuación, es por esto que reconocen el rol fundamental de las empresas para lograr las metas tanto porque son miembros de la sociedad como por el deber ético de contribuir a la mejora social, tanto es su dimensión interna, esto es con sus trabajadores y respectivas familias como en su dimensión externa en la comunidad en la que llevan a cabo su actividad.
Podemos pensar que incluir los ODS a la gestión de una empresa solamente tiene un costo, sin embargo, es una realidad que se verá beneficiadas con el crecimiento de una sociedad próspera que tenga un mayor poder adquisitivo, con alianzas público-privadas, con el fomento de cadenas de valor integradas que permitirán capitalizar numerosos beneficios, entre otros.
Para incorporarlos a la gobernanza de una empresa, en primer lugar, se deberán conocer a profundidad con sus metas específicas, contar con iniciativas de la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico de la empresa, al mismo tiempo que aborden una serie de necesidades sociales y de lucha contra el cambio climático.
Mtra. Montserrat Ortiz Guitart
Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México
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