¿Tu compañía se ha visto afectada por las malas decisiones que has tomado en momentos de enojo, tristeza, alegría u otro estado de ánimo? Hoy en día, para que un empresario logre impulsar el desarrollo de su negocio, además de tener habilidades administrativas, necesita desarrollar su inteligencia emocional, es decir, tener la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, con el fin de manejarlos a su conveniencia.