La pantalla más cercana a un consumidor es aquella que carga en su bolsillo todo el día, la última que mira antes de dormir y la primera la despertar, que por su cercanía cada día más se convierte en uno de los canales más lucrativos para la publicidad, una ventana accesible a los pequeños negocios no sólo por sus múltiples formas de contratación sino por las ganancias que pueden recibir.