En el mundo digital la identidad asume una dimensión diferente a la existente en el mundo real. Mientras que en este último la identidad representa los atributos que definen a una persona, organización e institución, en el mundo digital se refiere al proceso por el cual un usuario – individuo, puesto de trabajo, periférico, punto de acceso – es reconocido por el sistema de tratamiento de datos al introducir un nombre unívoco. En respuesta, el sistema inicia el proceso de autenticación que verifica la identidad declarada.