Viene en camino el Día del Padre y los dispositivos móviles, ropa y artículos deportivos están en los aparadores de los centros comerciales, esperando ser regalados el próximo domingo. Por su parte, a los padres de familia, lo que menos les entusiasma es tener que buscar un espacio dentro de su lugar de trabajo para colocar la famosa taza con la inscripción “Papi” o usar esa corbata con la que no se sienten para nada cómodos, en la junta del lunes siguiente.