Un empleado de alto rango identificado como adicto al trabajo, que parece estresado y rara vez toma vacaciones, declina promociones, y protege celosamente su unidad de negocio del escrutinio externo, mientras se reserva el manejo de la elección de proveedores puede estar en malos pasos, de acuerdo con un análisis de casos de fraudes corporativos investigados por KPMG International, red global de firmas multidisciplinarias que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría.