Para nadie es extraño que al terminar las fiestas decembrinas todos tengamos un incremento en el peso corporal, lo que significa una ganancia de grasa que se acumula en diversas zonas del cuerpo, principalmente en abdomen, caderas y glúteos sin olvidar el “cachete”.
Para lograr una reducción y mantenimiento de peso saludable, debemos tener una alimentación correcta y realizar actividad física regular, de esta forma se eliminan también las toxinas y el malestar que nuestro cuerpo arrastra, es necesario combinar dos tipos de actividad física que son las siguientes:
Actividad aeróbica: Es un tipo de ejercicio que pone en marcha grandes grupos musculares y favorece la pérdida de masa grasa acumulada, siempre que se realice durante un periodo prolongado de tiempo (≥45 minutos) y sostenido a una intensidad moderada es decir, a un nivel de esfuerzo donde se sienta un incremento en la temperatura corporal, el ritmo cardiaco y respiratorio que no obstaculizan la capacidad de hablar. Algunos ejemplos de este tipo de ejercicio son: marcha rápida, baile, carrera, ciclismo y natación.
Actividad anaeróbica o de pesos: Es un ejercicio de fuerza (con pesos), el cual tiene un efecto importante en los músculos obligándolos a aumentar su volumen proporcionando fortaleza y resistencia muscular que incrementa la capacidad para ejecutar un trabajo por ejemplo: abdominales, sentadillas, lagartijas, movimiento de mancuernas.
Diana Villafán, Nutrióloga y Coordinadora de Medios Científicos de Recorrido por la Salud, comenta que para iniciar el año cambiando la vida alimenticia, ésta debe contener un nutrimentos de cada grupo de alimentos [(1) verduras y frutas, (2) cereales y tubérculos, (3) leguminosas y alimentos de origen animal)] en cada tiempo de alimentación (desayuno, comida y cena).
Rutinas de ejercicios e hidratación
• Fase inicial y/o final a la actividad principal: Se compone de estiramientos y una serie de ejercicios, que permitan poner en marcha al organismo de forma progresiva, elevando y disminuyendo (según sea el caso) paulatinamente la temperatura y el ritmo cardíaco. Se debe realizar de 15 a 20 minutos.
• Actividad principal: Etapa de auge del ejercicio físico, por ejemplo: caminar, correr, nadar, andar en bicicleta. Se recomienda practicarlos por lo menos 45 minutos al día.
• Es substancial complementar la actividad aeróbica con los de ejercicios de fuerza: Se debe fomentar un programa de actividad física inicialmente moderado, que progresará gradualmente hasta alcanzar una mayor intensidad. Para las personas con dolencias específicas (por ejemplo, enfermedad cardiovascular o diabetes), se les aconseja tomar precauciones adicionales y solicitar asesoramiento médico antes de tratar de alcanzar el nivel de actividad física recomendado para los adultos de mayor edad.
Redacción