En el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), académicos y asociaciones trabajan por fomentar en los jóvenes el espíritu emprendedor. Pero no sólo eso: también procuran motivarlos a reflexionar sobre iniciativas que permitan combatir la desigualdad que existe en el país.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en México hay 35.8 millones de personas sin acceso a servicios de salud, 68.3 millones sin seguridad social, 18.5 millones de mexicanos sin servicios básicos en sus viviendas y 17.1 millones que no cuentan con la calidad de vivienda digna; 28.0 millones sin acceso a alimentación y 23.2 millones con rezagos educativos. Estas cifras muestran que entre 2008 y 2010, la población que vive en pobreza aumentó de 48.8 a 52 millones de mexicanos. En tanto, los habitantes en pobreza extrema continúan siendo 11.7 millones, misma cifra que en 2008.
Por esta razón se realizó en días pasados una mesa redonda para reflexionar sobre temas como filantropía e inversiones con retorno social.
“Los futuros empresarios y tomadores de decisiones deben poner en marcha acciones concretas no únicamente para generar negocios con retorno económico, sino sobre todo, para perseguir un retorno social que permita combatir la desigualdad que existe en el país”, aseguró Guillermo Chávez miembro fundador de la Asociación de Financieros del ITAM. “Con foros como éste buscamos hacer conciencia entre la población estudiantil y lograr que los alumnos se interesen por participar, ayudar y apoyar a instituciones y fundaciones que trabajan para contrarrestar la pobreza”.
Edgar Herrera, Director de Filantrofilia, dijo estar convencido de que la filantropía debe profesionalizarse, es decir, identificar evidencia cualitativa y sobre todo cuantitativa que permita determinar el impacto social de las organizaciones dedicadas a ayudar a los demás. “El sector social en México es muy activo, por ello es fundamental aportar elementos medibles que contribuyan a incrementar la confianza de los donadores hacia las instituciones no lucrativas con causa social, como por ejemplo el cálculo del Retorno Social sobre Inversión, que es la cuantificación económica de los beneficios no reemplazables proporcionados por la organización”, concluyó.
Redacción