Los mexicanos somos una raza muy compleja, tenemos un ADN compuesto de chile, mole y de manteca; como siempre, una mezcla muy heterogénea y generosa. Elementos que como nuestras tradiciones pueden ser muy arraigados; los hábitos creados o heredados, nuestro empuje y solidaridad, innovadores y con un buen gusto por la comida. Dentro de toda la variedad gastronómica que existe a nivel mundial, una de las más reconocidas y extensas es la mexicana, pero es interesante como al día de hoy aún podemos deleitarnos con alimentos que se han preservado como una muy sabrosa herencia desde tiempos de los Aztecas: el atole y los tamales.
Este delicioso dueto conforma un platillo básico en la dieta de los mexicanos y muy popular en celebraciones de toda índole. Cuenta con una gran demanda a lo largo del año, que lo convierte en una oportunidad de negocio que se puede aprovechar. La inversión es relativamente poca en comparación a las utilidades que se pueden generar. En este nicho de negocio existen diversas variantes en las que tienes oportunidad de emprender, desde la venta de los insumos, distribución del producto terminado, hasta el montaje de un restaurante de lujo.
La ventaja de este negocio es que es muy noble, ya que durante todo el año se vende, aunque la demanda incrementa en festividades de fin de año y el día de la Candelaria. En los últimos años se ha aumentado la instalación de grandes establecimientos y franquicias que producen hasta 20 mil piezas de tamales al día, mientras que los puestos de la calle venden entre 150 y 300 piezas en cada jornada, suficientes para lograr hacer un negocio sustentable si se toma en cuenta que la producción de un tamal tiene un costo promedio de 2 a 5 pesos mientras que se vende entre 8 y 30 pesos según el lugar.
Sin tener un solo rol, todos los integrantes del negocio (usualmente familiar) participan y colaboran en todas las áreas de la empresa naciente, pero eso no los limita a que cada uno se especialice en un área o departamento en particular, donde ellos pueden desarrollar y mejorar cada uno de sus procesos y actividades.
Extrapolándolo a una empresa, su organigrama estaría estructurado de esta manera:
– Departamento Financiero. Los recursos, donde el manejo adecuado es básico y detallado, considerando su balance de costos, egresos, imprevistos y las siempre buscadas utilidades.
– Área de Compras. Contacta y desarrolla a sus proveedores en diversos materiales y equipos para cubrir sus necesidades de producción y venta.
– Área de Recursos Humanos. Desde hacer el manual de cómo hacer el producto, hasta generar un sistema funcional de preparación, donde se obtengan los productos de manera rápida y eficiente.
– Área de producción. Cumplir los estándares para la obtención del producto, sin mermas, con entregas puntuales para su distribución al mercado. Así como usar y mantener en condiciones siempre óptimas las herramientas e infraestructura de trabajo.
– Marketing/Ventas. Ubicar el punto de venta así como el discurso para promoverse y vender el producto. Además de incluir el empaque adecuado para que sea atractivo y funcional para el cliente. El manejo de la imagen con uniformes y publicidad en punto de venta.
– Logística. La coordinación de tiempos, recursos e infraestructura, coordinando el proceso para que el producto llegue al punto de venta en condiciones óptimas. También incluye el cuidado del medio de transporte y su respectivo mantenimiento.
– Soporte y desarrollo. Búsqueda de nuevos mercados (Pedidos para eventos especiales), nuevos productos (Arroz con leche, tamal con hoja de plátano, Tamal regional: Zacahuil, distintos tamaños y presentaciones, etc.), oportunidad de mayores ingresos (venta de residuos reciclables o valorizables), entre otros.
Hay que destacar que cada PyME tiene y ajusta su organigrama o procesos a sus necesidades, ya que para algunos la venta es otro tipo de producto tangible, o para otros todo se basa en un servicio específico. Al final de cuentas todos requieren de un sistema o proceso bien detallado para que el negocio “camine” y poco a poco se desarrolle, crezca y se mantenga.
Por: Gerardo Pedra. Gerente Corporativo de Programas de Reciclaje de Dart de México y Presidente de la Sección de Recicladores de ANIPAC
www.reciclaunicel.com.mx
Twitter: @reciclaunicel
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