Los motores económicos del mundo en el 2020 se están apagando. Por ejemplo, China crecerá a una tasa del 5.6% (FMI, 2020); Japón presenta serios rasgos de recesión con una contracción de su PIB del -1.6% con respecto al tercer trimestre del 2019 y en Corea los pronósticos nos son muy alentadores, porque depende en gran medida del comercio intrarregional así como el global para crecer. Todo esto asociado al Covid-19, ya que en esa región es donde se inició el virus, pero también es uno de los grandes motores de la economía mundial.
Para el Dr. Adolfo Alberto Laborde Carranco, profesor-investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac existe un enrarecimiento de la vida política nacional que polariza y divide a la sociedad mexicana, que ante la llegada del COVID-2019, debería estar más unidad y coordinando las acciones nacionales sanitarias y económicas que puedan hacer frente a la crisis que se avecina.
El Dr. Laborde Carranco da tres consejos para que las PyMEs puedan sortear la recesión
- No endeudarse, menos en dólares.
- Buscar nuevos proveedores o productos sustitutos.
- Diversificación en el mercado interno y externo.
Si bien es cierto, una característica de la presente administración es reducir su visión del mundo a la relación con Estados Unidos (T-MEC) y América Latina con el nuevo enfoque de integración espiritual por medio de las acciones emprendidas en La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), es indispensable que además de la ya multicitada frase de diversificación, es de suma importancia saber qué es lo que sucede en otras regiones. Para ello, debemos de tener marcos de referencia para no partir de cero ante coyunturas o contextos como el propio COVID-2019.
Sería pertinente, que además de predicar y seguir en el discurso de que todo va de maravilla en el país, deberíamos pasar a la acción y ejecución de programas urgentes coordinados y de largo plazo. Como todos sabemos, ya hay datos duros y oficiales que demuestran que la economía de México decreció -0.1% (INEGI, 2020) y los pronósticos de este año, en el mejor de los casos, no rebasan el 1%. Si a esto le sumamos que uno de los rubros que serán más afectados por el COVID-19, además del comercio exterior, que representó para el 2018 alrededor del 77.6% del PIB (Santander, 2020), será el turismo, que guarda una proporción del 8.7% del PIB para el mismo año (INEGI, 2020) la situación es más compleja de lo que parece. Naturalmente esto afectara a la PyMES mexicanas.
Para combatir esta tendencia económica, las PyMEs que estén en un proceso de encadenamiento global, deberán buscar más opciones en su proveeduría a través de nuevos canales de suministro y en caso que sus mercados meta o cautivos se encuentren en Asia, deberán buscar mercados sustitutos o diversificarse. Dada las afectaciones al tipo de cambio peso dólar no es recomendable endeudarse.
Ante éste panorama lo ideal sería una nueva política industrial que impulse los sectores estratégicos y encadenar a las PyMEs a esto, además de la reactivación del mercado interno y de una estrategia de encadenamiento productivo de las PyMEs a los procesos de exportación o a las cadenas globales de proveeduría.
Adriana Maass
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