A unos meses de entrar en vigor el programa de Ventanilla Única ya comienzan a verse resultados. Entre lo positivo destaca la implementación de cambios en los procesos para llevar a cabo tareas de comercio exterior, lo que agiliza los trámites. Sin embargo, aún hay mucho por hacer en cuanto a uso y envío de información electrónica.
“Es importante considerar la manera en que esta nueva práctica de hacer comercio exterior beneficia al país en términos de atracción de inversión extranjera. Si bien se han presentado algunos retos en la adopción de Ventanilla Única por parte de los operadores en México, es cierto que el uso y envío de información electrónica ubica al país en una posición clave al momento de realizar negocios internacionales”, indicó Cecilia Montaño, socia líder de Comercio Exterior y Aduanas de Deloitte México.
En comparación con otros países, la implementación de Ventanilla Única en México se caracteriza por ser un proyecto sustentado en la reingeniería de procesos y trámites. A través de un solo esquema, el gobierno mexicano está concentrando la operación de procesos de nueve dependencias, lo que permite uniformar funciones y resoluciones.
De acuerdo con datos de la Administración General de Aduanas, nuestro país tiene por naturaleza una vocación de comercio exterior: actualmente se tramitan más 37,000 permisos de exportación, más de un millón de permisos de importación y más de 10 millones de pedimentos; entre lo negativo, todo esto genera un volumen anual aproximado de papel equivalente a 27,000 árboles.
“Lo anterior, sin duda, deja de cierto la necesidad de continuar implementando proyectos de este tipo que contribuyan, sobre todo, a la agilización de trámites, además de permitir a México ubicarse en los mismos estándares de comercio exterior que otros países en el mundo. Por mencionar un ejemplo, un trámite que tomaba alrededor de 15 días para ser aprobado por la autoridad, actualmente, a través de Ventanilla Única, puede liberarse de manera automática”, explica Montaño.
La ejecutiva concluye comentando que a fin de incrementar la competitividad del país a nivel internacional, en aspectos relacionados con el comercio exterior, operadores, empresas y gobierno tienen una responsabilidad compartida. “Instrumentar políticas para promover la facilitación comercial, así como contribuir a su correcta implementación, permitirá sumar esfuerzos en esta materia, lo que se podrá traducir en beneficios para los exportadores e importadores y mayor participación de México en el ámbito comercial a nivel global”.
Redacción