A menos que seas un robot, es relativamente normal sentirnos fastidiados o hartos de lo que estamos haciendo. Cuando trabajas en una empresa, puede ser el momento de buscar un nuevo empleo, pero cuando estás en tu propio negocio, eso no es tan fácil. ¿Qué hacer cuando ya estás harto de tu negocio?
Estúdiate.-A veces las personas nos presionamos mucho y ponemos una carga excesiva sobre nosotros mismos. Cuando tenemos tantas actividades en el día que no sabemos ni en qué se nos ha ido el tiempo o trabajamos mucho pero vemos pocos resultados, es momento de hacer una evaluación de tu productividad personal. Empieza por delegar actividades y procura no tener más de tres asuntos importantes que atender cada día.
Estudia tu negocio.- A veces, el que no encuentres tu negocio tan divertido como antes puede ser un foco rojo. ¿Han bajado las ventas? ¿Ha habido un cambio en el mercado? Si a ti ya no te emociona, puede que a tus clientes tampoco. Recuerda que es recomendable hacer una evaluación de tu modelo de negocio cada dos o tres años.
Dale un giro.- Lo novedoso nos genera adrenalina, así que si estás harto puede ser un buen momento para implementar innovación y cambios en tu empresa. Puede ser buen momento para desarrollar nuevos proyectos, buscar clientes más retadores, generar una nueva línea de producto o expandir tus servicios hacia otras áreas.
Date un descanso.- El mal del emprendedor es que nos hemos acostumbrado tanto a tener siempre tanto que hacer, que no nos damos permiso para descansar. A veces simplemente necesitamos desentendernos de todo por algunos días (o semanas) para volver a encontrar la pasión por el trabajo. Tómate unas vacaciones y verás que al final, acabas extrañando tu negocio.
Si quieres un plan personalizado y flexible para mejorar tus hábitos y tu productividad, escríbeme:eila@winking.mx o contactarme en Twitter @EilaZalles.
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