La sucesión en la empresa familiar es el traspaso del patrimonio o la dirección del negocio desde el titular de la firma a uno o más sucesores. Por lo general esta acción se da de manera natural debido al fallecimiento, enfermedad o cansancio del empresario al frente de los negocios.
La mejor forma de realizar el proceso de sucesión es mediante acciones planificadas y ejecutadas en la empresa familiar durante un tiempo variable, realizadas bajo el control del fundador o actual titular de la compañía y que deriva en la sustitución programada del empresario al frente de la empresa por uno o más sucesores de la propia familia y en algunos casos, por alguna persona ajena a la misma, es decir alguien que no es familiar y que por tal condición a veces disminuye los conflictos entre herederos.
De acuerdo con el Instituto de Empresa Familiar y Economía Sostenible compartimos 4 riesgos y desventajas de no planificar la sucesión en vida del propietario.
- La empresa puede quedar fuera del control del titular, muchas veces sin que los sucesores estén bien preparados para dirigirla.
- Pueden surgir expectativas y exigencias de herederos que hasta el momento no figuraban en la empresa y ahora reclaman un espacio ganado jurídicamente por la herencia pero sin aptitudes empresarias.
- Aumenta la posibilidad de que los herederos sin interés en la empresa, exijan su parte patrimonial y esto debilite o haga desaparecer la empresa por venta necesaria de acciones o cuotas sociales, o liquidación de bienes.
- Aumenta la posibilidad de que la empresa no quede bajo el control de la familia lo cual rompería la continuidad de la empresa familiar.
Fernando Heredia