En los últimos años, el rubro mexicano de la construcción se ha beneficiado de la inversión extranjera, principalmente de empresas españolas que han aportado sus capitales en el desarrollo de obras de infraestructura como carreteras, puentes y presas.
Con el fin de incentivar la economía, el gobierno federal ha invertido indirectamente en estas obras de infraestructura, debido a que las compañías privadas absorben el costo total de los proyectos, motivadas por la posibilidad de explotar la inversión por un periodo generalmente de 30 años, tiempo durante el cual recuperan su inversión y logran obtener ganancias.
A través de esta modalidad, el año pasado en México se licitaron cerca de 50 mil millones de dólares en proyectos de infraestructura. Las inversiones han sido mayoritariamente anglosajonas y españolas, siendo esta última predominante, debido al boom que tuvo la industria de la construcción en España entre los años 2000 y 2008, lo cual terminó copando las necesidades del mercado. En la actualidad, el país europeo tiene suficientes viviendas edificadas para cubrir la demanda habitacional de los próximos 20 años mientras que han logrado comunicar prácticamente todo el país con su estructura carretera; tomando en cuenta lo anterior es evidente que las empresas españolas han tenido que buscar otros horizontes para hacer negocios, identificando en el mercado mexicano un ambiente idóneo para su potencial crecimiento.
De esta forma, empresas como OHL, Dragados, entre muchas otras, han llegado a México a competir y compartir mercado con empresas nacionales como ICA y GMD.
La fuerte inversión en el sector de construcción se focaliza principalmente en la infraestructura de grandes obras, paquetes de carreteras, aeropuertos, puentes y represas. En segundo lugar en proyectos comerciales, como la construcción de edificios de oficinas, con un fuerte crecimiento en el Distrito Federal y área metropolitana. Por último, se encuentra la construcción de viviendas habitacionales, estas últimas se pueden dividir a su vez en tres grandes grupos: interés social de costo bajo y crecimiento continuo, interés medio que ha sufrido durante la crisis y finalmente, de lujo que continúa con un desarrollo pujante al no verse directamente afectado por la crisis.
El desarrollo en el área de la construcción e inmobiliaria ha dado como resultado una progresiva demanda de profesionistas especializados en estos sectores, tanto de las compañías mexicanas como de las extranjeras establecidas en el país. La competencia entre empresas incentiva la búsqueda de los mejores talentos, una tarea ardua que requiere de consultores especializados y con objetivos claros para seleccionar a los profesionistas con mayores capacidades y con la preparación necesaria para enfrentar los retos del rubro y de la economía mexicana.
En cada una de las ramas de la construcción se necesitan especialistas, con conocimiento técnico específico para cada sub-rama del rubro. Desde arquitectos hasta ingenieros civiles, que aporten su conocimiento e innovación dentro de este competitivo sector.
Las nuevas tendencias del mercado, como la de los “edificios verdes”, harán que en los próximos años se requiera de profesionistas con experiencia en la construcción sustentable y en normativas medioambientales.
El auge de la construcción de infraestructuras a lo largo de todo el territorio nacional, nos lleva a pronosticar para el próximo año continuará la liberación de licitaciones y el crecimiento de los proyectos de propiedad y construcción.
Por Gerardo Reynoso, director ejecutivo en Michael Page Mexico
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