En las PyMEs muchas veces los recursos no permiten tener un responsable en cada área, en especial cuando el negocio acaba de montarse, sin embargo esto no quiere decir que una persona acapare el poder de todas las funciones, lo ideal es aprender a delegar.
El saber encomendar diferentes tareas a las personas adecuadas es una habilidad muy importante que a muchos profesionales les toma años aprender y puede derivar en problemas internos, como lo señaló Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México, “al evitar delegar se está perjudicando a uno mismo, ya que si no se cuenta con personas que han desarrollado capacidades y conocimientos, además de una confianza mutua, será difícil avanzar en la empresa en el largo plazo con un equipo de este tipo”.
Es por ello que se debe buscar personal de confianza, esto no quiere decir que se contrate a familiares o amigos, sino el dar capacitación a los empleados y ponerlos a prueba en ciertas tareas para conocer su nivel de habilidades, así se compartirán logros y fracasos, pero hay que estar dispuesto a ello.
Cuando se logra ese primer paso se estará más cerca de lograr una ambiente sano en la empresa.
Pero saber delegar no es sinónimo de distribuir tareas y estar constantemente encima de la gente a nuestro cargo, porque la confianza también debiera generar autonomía y respeto por el trabajo del otro, situación que se logra con tiempo y fe en el profesionalismo del equipo de trabajo.
El saber designar tareas a los trabajadores permitirá afianzar la confianza en sí mismos y aumentará su productividad, “aprender a delegar es una forma de mantener un grato ambiente laboral, con trabajadores confiados y motivados por cumplir distintos desafíos que los hacen crecer profesionalmente, además de jefes más cercanos y seguros de su equipo de trabajo”, aseguró Chico.
Asimismo involucrar a los demás permitirá balancear la carga de trabajo en distintas y dará la oportunidad a otros profesionales de desarrollar distintas tareas que le saquen de su rutina y les abran camino a un mayor desarrollo profesional.
Para obtener buenos resultados un jefe debe explicar de manera clara lo que se espera del trabajo solicitado, evitando dar un dictamen personal de cómo deben hacerse las cosas, pues esto afecta claramente a la seguridad y confianza de sus colaboradores, es decir hay que decir qué hacer y no cómo hacerlo.
Finalmente, una vez cumplida efectivamente la tarea, el líder deberá reconocer el trabajo y dar la retroalimentación que la persona a cargo espera. Si por el contrario, esta responsabilidad no fue realizada de la manera que se esperaba, deberá tomarse como una alerta para que el jefe evite delegar ese mismo tipo de tareas nuevamente a la misma persona.
Delegar no es dejar de hacer las funciones, es confiar en que trabajadores competentes pueden cooperar en el desarrollo de ellas.
Con información de Trabajando.com
Ariadna Cruz