Con el objetivo de proveer puntos de referencia, identificar y establecer condiciones para incrementar niveles de efectividad de mejores prácticas de Gobierno Corporativo en México, Deloitte da a conocer el Tercer estudio anual de mejores prácticas de Gobierno Corporativo, contribución de los órganos de gobierno y sus miembros.
De acuerdo con el estudio, el nivel de ejecución de mejores prácticas en este rubro en nuestro país sigue manteniéndose como suficiente en la mayoría de los casos, pero con una ligera tendencia a la baja, lo que representa una alerta para el crecimiento de las empresas, así como para la competitividad que hoy demanda el entorno global.
“Es cierto que las organizaciones han logrado avances importantes, sin embargo, existen áreas de oportunidad para alcanzar prácticas eficaces en temas como el establecimiento de reglas, planes de trabajo, administración de riesgos, nivel de información que se emite y entrega a los órganos de gobierno e informes sobre las actividades desarrolladas, así como en la implementación de sistemas para recibir y atender denuncias anónimas, entre otros”, señaló Daniel Aguiñaga, Socio Líder de Gobierno Corporativo de Deloitte México.
El análisis realizado entre mayo y septiembre de 2011, y que se distingue por cumplir tres años ininterrumpidos de llevarse a cabo en México, indica que en relación con la opinión sobre este tipo de prácticas se observa un incremento significativo con respecto a 2010, destacando el hecho de que las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores están tomando medidas para fortalecer su Gobierno Corporativo, seguido por creer que los estándares en México son comparables a los de otros países de la OECD.
Lo anterior es consistente con la visión de crecimiento y posicionamiento de dichas compañías en el mercado, el cual demanda que las prácticas de gobierno se fortalezcan para otorgar una mayor seguridad y confianza a sus accionistas y terceros interesados.
Otro aspecto interesante es que para la mitad de los participantes el tema de la estrategia es el de mayor relevancia en su organización, seguido de lejos por la liquidez y la administración de riesgos. “Resulta evidente que dicho tópico es el más importante para las empresas, pero éste no puede ser atendido adecuadamente si los riesgos no están identificados previamente. Las secuelas de la crisis a nivel mundial han concientizado a las organizaciones sobre la importancia de manejar el riesgo de forma inteligente, aprovechándolo como una oportunidad para obtener ventajas competitivas”, agregó el experto de Deloitte México.
Estas situaciones se ven reflejadas en los hallazgos de la encuesta de este año, donde una de las principales diferencias respecto a ediciones anteriores es la incorporación de nuevos Comités, así como el fortalecimiento o disminución de otros. Como ejemplo destaca el Comité de Riesgos, el cual se mantuvo con el mismo nivel del año pasado.
Adicionalmente, de acuerdo con el estudio, es necesario poner atención en los temas de la planeación de la sucesión, la sustentabilidad y el manejo de la información. En lo que respecta al primero, de acuerdo con lo que se ha observado, la falta de la planeación de la sucesión puede afectar significativamente a las empresas. El segundo, junto con el cambio climático ha evolucionado de manera significativa, beneficiando no sólo a las organizaciones, sino a los distintos grupos relacionados con éstas. El tercero se refiere al hecho de contar con plataformas electrónicas seguras para manejar la información de los órganos de gobierno, la cual por su importancia y confidencialidad implica un grado de responsabilidad importante.
“Respecto al avance del Gobierno Corporativo en nuestro país, podemos esperar una creciente adopción de sus prácticas como una cuestión de estrategia, más que de regulación. Las empresas que tengan cubiertos sus riesgos y adopten mejores prácticas para tomar decisiones, podrán sortear de manera más sencilla las dificultades de la economía actual”, concluyó Daniel Aguiñaga.
El Gobierno Corporativo es una cultura que va permeando de manera positiva el accionar de las organizaciones y ayuda a contemplar riesgos y prever la atención de planes de contingencia que salvaguarden el patrimonio y la empresa en su conjunto. Su correcta implementación y manejo pueden representar el crecimiento o la desaparición de un negocio.
Con información de Deloitte, Pymempresario.com
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