Conforme pasan los años los mercados se vuelven más maduros y con ello más saturados y competidos; en los últimos 9 años el número de empresas en América Latina ha crecido a la par del PIB en el mismo período, lo cual nos refleja un escenario estable o estancado según el cristal con que se mire.
Una herramienta importante de gestión es el Balanced Secorecard o tablero de control, el cual muestra los indicadores clave que debemos monitorear en el negocio de manera frecuente. Cada vez son más empresas que están incorporando el Valor del Negocio como un indicador de largo plazo en el Tablero de Control, señalando los factores de corto plazo que influyen de manera directa en el negocio (drivers).
El aumentar el valor de mi empresa requiere que hagamos un ejercicio formal de valuación o valoración como punto de partida, así como identificar las variables que afectan positiva y negativamente a mi negocio y entonces echar a andar las estrategias.
Es muy importante trabajar en las claves para agregar valor a tu empresa. Si ponemos en una balanza el costo contra el beneficio de realizar la valuación del negocio podrás notar lo rentable y poderoso que este instrumento, puesto que analiza múltiples variables que pueden jugar a favor y en contra.
Cuando la empresa adquiere valor por el importe total de sus activos entra en el primer nivel; sin embargo hay que contemplar que esos activos están financiados en parte por pasivos que restarían valor, pudiendo dar como resultado un valor bastante reducido y limitado al negocio.
El valor del negocio es algo subjetivo, lo que nos ayuda a hacerlo objetivo son los métodos de valuación que utilizamos. Algunas personas suele referir como el mejor método los múltiplos como por ejemplo veces EBITDA o veces Venta, en el cual según la industria o sector se multiplica dicho múltiplo por la utilidad o venta que genere el negocio; sin embargo esta mecánica premia a empresas ineficientes y castiga a empresas eficientes, por lo cual sugerimos sea utilizado como referencia o como dato complementario pero no como valor de negocio.
El método más eficiente y económico hoy día es el Flujo Libre de Caja o Flujos de Efectivo Desconectados, el cual evalúa la capacidad del negocio de generar flujos positivos a futuro bajo distintos escenarios.
Algunos usos que se pueden dar a la valuación de la empresa son:
– Gestionar mejor el negocio
– Identificar impulsores de valor (drivers)
– Evaluar el desempeño de las distintas Gerencias o Direcciones
– Encontrar un valor más objetivo del negocio
– Mayor certeza de que todas nuestras estrategias aportan valor al negocio y no estamos dejando ningún cabo suelto
– Crear un sistema de remuneración basada en creación de valor
– Tener un punto de partida para poder aumentar el valor de la empresa
Una de las principales limitantes al realizar la valuación de la empresa es la información financiera disponible ya que es necesario contar con información confiable y que represente del mejor modo la realidad de la empresa. El hecho de que una empresa que desea conocer su valor esté dictaminada puede representar una gran ventaja, ya que podemos poner un alto grado de confianza en que la empresa y el auditor independiente nos están contando la verdadera historia del negocio.
También necesitamos entender en qué etapa de su ciclo de vida se encuentra la empresa, ya que el período de lanzamiento o introducción al mercado suele presentar crecimientos agresivos pero a su vez muy inciertos, por los que es recomendable trabajar, como mínimo, con una historia de negocio de 5 años; de no ser así habría que hacer ver esta limitante a los interesados de valuación y tomará mayor relevancia la creación de escenarios. En la práctica es bien visto por quien contrata la valuación el conocer como ciertos escenarios y variables pueden afectar positiva o negativamente el valor del negocio.
El mercado es otro aspecto a considerar ya que existen sectores con comportamientos estacionales como pudiera ser el de la construcción o vivienda que tienen activaciones importantes que van de la mano con liberaciones de fondos y creación de infraestructura por parte del gobierno, por lo que en estos será importante hacerse de más cifras. La calidad de la información es siempre vital y para ello los datos publicados en medios oficiales serán de gran utilidad.
Uno de los factores más importantes en la determinación del valor de la empresa: las ventas. Las ventas son el timón del valor: tendencias alcistas ayudan a generar valor, tendencias a la baja restan valor, dicho valor va directamente proporcional al primer nivel de utilidad de nuestros estados de resultados, la utilidad bruta.
El posicionamiento, las marcas y patente, los diferenciadores de mercado, las exclusividades, los canales de distribución, la fijación de precios, son temas sumamente importes para justificar que la empresa tiene un valor no sólo por su presente sino también por su futuro. El aspecto comercial es muy importante; sin embargo hay que cuidar no pecar de simplistas y dejar este factor como el único que genera valor, porque de ser así restaremos varios millones de pesos al valor de nuestro negocio.
Algunos consideran la valuación de la empresa únicamente como un paso previo a la venta de la misma, pudiendo generar temor en los socios y colaboradores, Esta visión lejos de ampliar las posibilidades del negocio las limita, puesto que debiera ser un indicador cuyo cuidado ayude a la gestión del negocio, que profesionalice la empresa y que sea un elemento que agregue certeza a los inversionistas presentes y futuro.
Perfil de empresas que pueden ser valuadas:
– Tener más de 5 años de operación.
– Contar con información confiable para la toma de decisiones.
– Preferentemente que ya haya realizado ejercicios de planeación estratégica.
Por Isais Marrufo Góngora especialista en consultoría de negocios de RSM
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